• Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Reportajes
  • Tiempo de lectura:27 minutos de lectura

Trabajos con riesgo de exposición al amianto

Las actividades con riesgo de exposición al amianto, en la actualidad, están reguladas claramente por un conjunto de requisitos legales de obligado cumplimiento por parte de los empresarios. El Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo concentra buena parte de los requisitos empresariales a cumplir asociados al riesgo de exposición al amianto, sin que ello implique dejar en el olvido el cumplimiento de otros requisitos legales.

La Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) determina el cuerpo básico preciso para establecer un adecuado nivel de protección de la salud de los trabajadores frente a los riesgos derivados de las condiciones de trabajo. Como desarrollo de esta Ley (art. 6), cabe mencionar aquellas normas reglamentarias que están relacionadas con la posible exposición de amianto en el ámbito laboral que se trata aquí y que son:

  • Real Decreto 665/1997 de protección de la salud de los trabajadores frente a la exposición a agentes cancerígenos en el trabajo, BOE 124.
  • Real Decreto 1627/1997 sobre disposiciones mínimas de seguridad y de salud en las obras de construcción, BOE 256.
  • Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto, actualmente en vigencia.

Las empresas especializadas en la retirada de materiales con amianto deben estar inscritas en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo al Amianto), y en aplicación de la legislación vigente, previo inicio de cualquier obra que implique riesgo de exposición al amianto, deben disponer de la resolución positiva por parte de la Autoridad Laboral al respecto del plan de trabajo específico o genérico para la obra en cuestión. El Registro de Empresas con Riesgo al Amianto es meramente un trámite administrativo que no garantiza que los trabajos se realizaran según la normativa vigente.

De suma importancia es que la empresa de desamiantado tenga implantados unos procedimientos de trabajo, de gestión y operativos seguros en base a criterios normalizados.

El fin es poder evidenciar, a propios y terceros, la correcta realización del servicio y la trazabilidad de los datos en cualquier circunstancia, momento o situación; para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores en el presente y en el futuro.

Los recursos humanos, técnicos y operativos, deben estar estratégicamente formados y capacitados en el desarrollo de sus funciones, competencias y responsabilidades. Todas estas personas, independientemente a su nivel jerárquico en la empresa, deber ser conocedoras del alcance de sus actuaciones y del compromiso empresarial a adquirir en la actividad de desamiantado.

El desamiantado debe ser una actividad socialmente responsable, que asuma los requisitos legales como punto de partida para evidenciar su permanente posicionamiento legal, no conformándose en cumplir únicamente las disposiciones mínimas del Real Decreto 396/2006, sino aplicando un sistema de gestión suficientemente autocrítico y enfocado hacia la mejora continua con el fin de garantizar la calidad de los servicios, la trazabilidad documental de la gestión, y la seguridad y salud de los trabajadores.

En función de la deleznabilidad del material y su capacidad de liberar fibras, se distinguen dos grupos de materiales, friables (aislamientos térmicos/acústicos/ignífugos,…) y no friables (fibrocemento). Según sea el material a retirar los procedimientos técnicos y operativos varían substancialmente.

Retirada de fibrocemento     Retirada de fibrocemento

Retirada de fibrocemento (Imágenes cedidas por el autor)

Retirada de amianto en el interior de burbujas de contención en depresión     Retirada de amianto en el interior de burbujas de contención en depresión

Retirada de amianto en el interior de burbujas de contención en depresión (Imágenes cedidas por el autor)

Las burbujas de contención para los trabajos de desamiantado friable, en depresión negativa, deben ser diseñadas mediante balances fluido dinámicos, para dimensionar los equipos depresores y maximizar la dilución del agente contaminante en el interior de la burbuja.

Es de suma importancia aportar al sistema el caudal de aire necesario, mediante elementos de ventilación, para maximizar, en función de la capacidad extractiva de nuestro sistema y del volumen de trabajo, la filtración y renovación del aire contaminado.

Para ello debemos aportar el caudal de aire que el sistema necesite para conseguir que los trabajadores estén expuestos a las menores concentraciones de amianto en aire.

Una vez realizado el cálculo teórico, es fundamental comprobar in situ los resultados, y corregir las desviaciones que puedan haberse dado.

0 0 votos
Valoración

Jorge Vidal Sanmartín

Jorge Vidal Sanmartín – Director Técnico de ACM Consultoría SIG 396, S.L. Ingeniero Químico. Técnico Superior en PRL, S+H+E/P. Inspector de amianto en edificios

Fuente Prevention World Magazine nº 30

Este contenido ha sido publicado en la sección Reportajes de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios