Los médicos de atención primaria tienen un importante papel en el reconocimiento de las enfermedades profesionales. Son ellos, entre otros profesionales, quienes deben advertir a los órganos competentes del probable origen laboral de la dolencia que sufre el paciente. Aunque así lo dispone el artículo 5 del RD 1299/2006 que aprueba el Cuadro de Enfermedades Profesionales, su aplicación en las distintas comunidades autónomas ha sido muy desigual. Algunos territorios como Navarra han avanzado mucho y tienen incorporado el procedimiento de sospecha en el mismo sistema informático con el que trabajan los médicos, pero en otros territorios como Castilla y León está todo por hacer.

Para contrarrestar la inactividad de la Junta en este campo, la Secretaría de Salud Laboral y la Federación Regional de Sanidad de CCOO de Castilla y León están desarrollando, desde el pasado mes de abril una campaña para explicar al personal sanitario qué es una enfermedad profesional y cómo actuar cuando se sospecha el origen laboral de una dolencia.

Tras visitar 32 centros de atención primaria y contactar con 635 profesionales, la conclusión es clara: existe una gran desinformación sobre el tema. Los mismos médicos y el personal sanitario dicen “no tener ni idea de lo que les estamos hablando”. Se preguntan por qué el sistema público de salud de Castilla y León, no les ha informado todavía de nada si esto está en vigor desde el 1 de enero de 2007 y por qué la Administración no incentiva este tema de manera similar a lo que se hace para promover la receta de fármacos genéricos.

Los médicos piensan que hacer los informes pertinentes sobre la sospecha del origen profesional de la enfermedad supone más trabajo y que eso debería estar compensado. También se escuchan opiniones sobre el nivel de conflictividad de la relación con el paciente en este terreno, pues algunos facultativos señalan que esta normativa va a suponer más presión del trabajador-paciente sobre el médico.

Existe una importante diferencia entre los centros de salud de zonas urbanas y rurales. A los profesionales de estos últimos les preocupa bastante más el tema de los autónomos y cómo les afecta si los daños les son reconocidos como contingencias profesionales o como contingencias comunes.

En los centros de salud urbanos las preocupaciones son otras. Los temas de riesgos psicosociales, sobre todo mobbing, constituyen uno de los problemas surgidos con mayor frecuencia. Y llama la atención que no pregunten por cómo tratar un caso, sino cómo actuar cuando ellos son víctimas de mobbing.

En la mayoría de los casos, los profesionales plantean resistencias. En general los médicos consideran que el problema es que “las mutuas no hacen su trabajo. Tampoco lo hacen los servicios de prevención y se les pide a ellos que intervengan como centinelas porque el sistema diseñado no funciona”. Consideran que esto les supone una carga de trabajo, en papeles y presión por parte del paciente, y que les toca asumir una responsabilidad porque otros fallan. “En la mayoría de los casos no hay ningún tipo de sospecha, está clarísimo, lo que pasa es que hay otros que se lavan las manos o se hacen los locos” afirman los médicos.

Para desarticular estas resistencias se les plantea, en primer lugar, que no es “una obligación que les ha caído encima sino un derecho que pueden ejercer”. Hay dos argumentos que resultan muy eficaces: el primero es que su declaración de sospecha es “como si pidieran una segunda opinión médica” y el segundo, que con ella, contribuyen a evitar que “desde el sistema público sanitario se asuman los costes que deberían asumir las mutuas o las empresas”.

La comunicación interpersonal, directa y cara a cara, cuando se trata de introducir nuevas prácticas está resultando muy importante para el éxito de la acción. Un aspecto clave de la campaña es la colaboración de la Federación Regional de Sanidad. Ellos son quienes se ponen en contacto con los centros de salud y conciertan día y hora para la visita y eso es fundamental. Los técnicos de salud laboral siempre van acompañados, como mínimo, por una persona de la Federación de Sanidad que es quien mejor se desenvuelve y conoce el sector y a los profesionales.

El estilo de abordaje es coloquial como una charla o comunicación informal, pero además esta campaña dispone de un material de apoyo que se entrega a los médicos: una guía de actuación en caso de sospecha o detección de una enfermedad de origen laboral, un tríptico explicativo, carteles para los centros de salud y empresas y documentación relativa a la legislación vigente en salud laboral.

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Alfonso Abalos

Alfonso Abalos, Responsable de Salud Laboral en el Gabinete de Salud Laboral de Castilla y León – Revista Por Experiencia – ISTAS

Fuente Revista Por Experiencia - ISTAS

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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