Dos trabajadores -un operario de mantenimiento y un vigilante de seguridad- fallecieron asfixiados en el interior de la fosa séptica del aparcamiento de un conocido centro comercial de la Avenida Pío XII, en Valencia. Otros dos operarios, un segundo vigilante de seguridad y otro trabajador de limpieza, resultaron heridos y fueron ingresados en estado grave en el Hospital La Fe y en el Hospital General, aunque ambos evolucionan bien. La Dirección General de Trabajo valenciana abrió una investigación para conocer las circunstancias del accidente y comprobar si los operarios cumplían las medidas de protección obligatorias. UGT denunció que los operarios no llevaban mascarillas.
El accidente se produjo en torno a las 09.30 horas en una fosa séptica ubicada en el primer sótano del garaje del centro comercial Nuevo Centro. Según las primeras investigaciones, un empleado del servicio de mantenimiento del complejo que estaba en el interior de la fosa séptica alertó por walkie-talkie a un vigilante de seguridad privada de esa planta de que se encontraba mal. Según explicó posteriormente el director general de Trabajo de la Generalitat, Román Ceballos, esto se debió a la presencia en la fosa de sulfuro y metano «en concentraciones letales».
Cuando el vigilante jurado acudió a auxiliarle sufrió también los efectos de la alta concentración de gases tóxicos que emanaban de la fosa y quedó atrapado en el mismo lugar. Un segundo guardia jurado y otro operario de mantenimiento que oyeron el aviso por el walkie y acudieron al auxilio, corrieron la misma suerte.
Un quinto trabajador se disponía también a bajar a la fosa cuando los bomberos y efectivos del SAMU llegaron al aparcamiento e impidieron que resultara afectado por los vapores.
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