Tres empresarios y un aparejador acusados por un accidente laboral ocurrido en Llanes en 2008 han admitido su culpabilidad y aceptan las condenas propuestas por la Fiscalía y la acusación particular: nueve meses de prisión, multa de 1.080 euros y el pago conjunto de una indemnización de 120.000 euros a la víctima, un trabajador que resultó herido al caer de un andamio desde 4,10 metros de altura.
Los acusados abonarán también la cantidad que una mutualidad pagó al Sespa en concepto de gastos asistenciales al herido, quien sufrió, entre otras lesiones, traumatismos torácico y facial, fractura de un seno maxilar, pérdida de dos dientes y daños en otros cuatro.
Tardó en curar 219 días, ocho de ellos en el hospital, y le quedan como secuelas varias cicatrices, mareos, artrosis postraumática y limitación de la movilidad en una muñeca. Fue declarado con incapacidad permanente total para su profesión.
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