La transparencia brilló por su ausencia, el pasado viernes, en un accidente en la refinería de Repsol YPF, en La Pobla de Mafumet. Contraviniendo el compromiso adquiridos en el Pacto del Progreso, del que estos días se cumple el décimo aniversario, Repsol minimizó un suceso en el que sólo reconoció oficialmente un herido, aunque en realidad resultaron afectadas otras diez personas, según reconoció ayer el portavoz de la compañía.
El incidente, ocurrido durante trabajos de mantenimiento, no tuvo repercusiones para la población. “El suceso fue grave, decir lo contrario sería incierto, y los trabajadores se sintieron molestos al ver cómo se recogió el suceso en los medios de comunicación, que hablaron de un solo herido”, indicó ayer Manuel López-Jiménez, responsable de prevención laboral en la federación de industrias afines de UGT.
El incidente ocurrió el viernes día 11 a las 10 de la mañana. Fuentes sindicales confirmaron que se produjo una fuerte deflagración y que hubo once afectados: siete con quemaduras, dos con un trauma acústico y dos más con un ataque de ansiedad y vómitos.
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