Agotamiento y menor rendimiento en el trabajo. Estos son dos de los principales síntomas del síndrome de Burnout, una dolencia similar al estrés que afecta fundamentalmente a profesionales del sector servicios y que ayer centró una jornada que se celebró en el auditorio del Concello.
Personal sanitario, docentes, trabajadores sociales y policías son los colectivos en los que existe una mayor incidencia del síndrome. “Son profesionales cuyo trabajo está relacionado con el trato y la atención a otras personas”, explica el presidente de la Asociación Burnout en Profesionales de la Salud, José Manuel Lorenzo Guimeráns, que incide en que se trata del síndrome “de estar quemado”.
Bajas laborales
El Burnout se manifiesta con agotamiento emocional, falta de motivación, alteraciones de la conducta, cansancio, malestar general y cefaleas. Todos estos problemas pueden desencadenar bajas laborales. “Es importante la prevención; en Cataluña está clasificada como enfermedad laboral y reclamamos lo mismo para Galicia”, explica.
Guimeráns señala que el síndrome afecta, aproximadamente, a tres de cada diez trabajadores de las profesiones antes citadas. “Es muy normal llegar al trabajo y encontrar a un compañero que empieza la jornada totalmente desmotivado, sobre todo si está sometido a mucha presión; esto es algo que se debe evitar”, concluye el presidente de la asociación.
Descrito por un psiquiatra
El Burnout es un síndrome clínico descrito en 1974 por Herbert Freudenberger, un psiquiatra que trabajaba como voluntario en una clínica para toxicómanos de Nueva York. Con él, se refería a un estado de cansancio físico y emocional derivado de las condiciones de trabajo.
El autor tomó el término que era usado coloquialmente en los sesenta para definir los efectos del abuso prolongado de las drogas (“burned out of drugs”) y lo utilizó para describir el estado de algunos voluntarios que trabajaban en organizaciones de ayuda.
Según el psiquiatra, tras varios meses trabajando, esos jóvenes que trataban de ayudar a los demás se encontraban más cansados, desesperados, apáticos y, en definitiva, necesitados de ayuda.
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