El incendio en una granja avícola de La Pobla de Mafumet (Tarragonès), muy próxima a los depósitos de la refinería de Repsol, despertó ayer la alarma en la población por la espectacularidad del humo. El fuego no provocó la activación de los dispositivos de emergencia química previstos, pero sí causó preocupación entre los responsables de emergencia de las poblaciones más cercanas, como Tarragona, con el alcalde Joan Miquel Nadal a la cabeza, o el responsable del plan de seguridad exterior de la industria química (Plaseqta), César Puig.
El incidente se inició pasadas las diez de la mañana en una nave de la empresa Avidel en la que se criaban pollos. El fuego, cuyas causas todavía se desconocen, según explicó el delegado de Gobierno, quedó controlado una hora después por las dotaciones de los más de 10 vehículos de bomberos que acudieron a sofocar el incendio.
Los bomberos tuvieron que dedicarse a refrescar los depósitos vecinos de Repsol para evitar otros daños. A última hora de la tarde de ayer, cuatro equipos de bomberos continuaban actuando para impedir la propagación de brasas o que el fuego pudiera volver a avivarse.
El accidente que causó 30 muertos en la ciudad de Toulouse (Francia) en el pasado mes de septiembre ha reactivado la sensibilidad sobre los siniestros químicos en la ciudad de Tarragona y en las poblaciones de sus alrededores. El accidente francés ha vuelto a poner en primer plano el debate sobre la seguridad de las poblaciones situadas en las cercanías de los polígonos petroquímicos, como en el caso de Tarragona. Por eso, ayer, al observarse una potente humareda en las cercanías de la petroquímica, sonaron todas las alarmas y se pusieron en marcha los mecanismos de defensa para lo que, a la postre, resultó ser un incendio cercano, pero situado fuera de los límites de la petroquímica.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
