Es conocida por la sociedad la alta siniestralidad que se da en los trabajos de construcción de los edificios, muy superior a los de otros sectores.
Índices de incidencia en Navarra en el tercer trimestre año 2000, según datos del INSL:
-Índice de incidencia en el sector de la Construcción: 49,3.
-Índice de incidencia en el sector de la Industria: 20,8.
El índice de incidencia se calcula de la siguiente forma: número de nuevos accidentes con baja mensuales dividido entre número de trabajadores en ese mismo plazo de tiempo, por mil.
Para tratar de evitarlos se elabora para cada obra un estudio de Seguridad y Salud confeccionado por técnico competente, que supone la evaluación de los riesgos y las medidas a adoptar de obligado cumplimiento por los agentes intervinientes en el proceso. El propietario del edificio paga al constructor el costo de la adopción de las protecciones previstas, unas de índole personal y otras colectivas.
Protecciones individuales:
-Cascos homologados.
-Calzado de seguridad con plantillas de acero para evitar punzamientos.
-Ropa de trabajo.
-Gafas de protección ocular.
-Guantes.
-Cinturones de seguridad.
-Protecciones auditivas y del aparato respiratorio.
Protecciones colectivas:
-Protecciones de las máquinas para que no puedan causar lesiones y tomas de tierra.
-Redes de seguridad.
-Vallados exteriores.
-Protección de huecos.
-Escaleras y barandillas.
-Andamios colgantes con cuerdas auxiliares para enganche de los anclajes de los cinturones de seguridad.
-Cuadros eléctricos con protección.
La industria auxiliar que se dedica a la fabricación de este tipo de elementos de protección y seguridad pone en el mercado soluciones eficaces al alcance de todos.
Es lamentable que, algunos mal llamados “empresarios” de la construcción, carentes de la responsabilidad y sensibilidad deseable, no sitúan o dotan a los tajos de los medios adecuados para paliar o intentar suprimir esta lacra del alto índice de accidentes laborales que asolan al sector.
No debemos ocultar igualmente que en demasiadas ocasiones, algunos trabajadores no exijan, o peor aún, rechacen la utilización de algunos de estos medios existentes en el propio centro de trabajo, dando lugar a veces a situaciones de discusiones agrias e incluso amenazantes de renuncia al puesto de trabajo, al exigírseles la utilización de la protección.
Es tarea de todos: Administración, empresarios, organizaciones sindicales, técnicos, trabajadores e incluso familias de los intervinientes, el conseguir una mayor concienciación de la necesidad de adoptar y emplear los recursos existentes para obtener una mejora importante y necesaria en este campo.
No es de recibo que la familia de un trabajador de la construcción se instale en una angustia permanente, a la espera de que todos los días regrese del trabajo sano y salvo.
Diario de Navarra – Asoc. Constructores Promotores Navarra
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