El reloj de la pared marca las doce menos cuarto, la sala de espera de la consulta número 3 se encuentra a rebosar y el médico se encuentra desbordado; lleva un retraso de más de una hora y los pacientes no dejan de protestar.

La situación que se presenta al facultativo no es nada halagüeña; una señora indignada por que perderá el último autobús al pueblo, un historial que no aparece, uno de los pacientes atendidos a lo largo de la mañana presenta unos síntomas que son imposibles de diagnosticar, y así un largo etcétera. El escenario que hemos presentado, aunque podría parecer extraído de una de esas series de humor que se emiten en televisión, no dista demasiado de la realidad que se vive día a día en los hospitales y centros de salud de nuestro país.

Prueba de ello son las conclusiones extraídas por un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en relación con el empleo y las condiciones de vida y trabajo del personal sanitario, dondese afirma que: “Resulta extraño constatar que estos trabajadores que, por la propia naturaleza de su trabajo, contribuyen a proteger la vida y salud de los demás, todavía no hayan conseguido, en muchos casos, resolver convenientemente los problemas de su propia protección”. Y es que el trabajo hospitalario presenta múltiples y muy específicos factores de riesgo, cuyo origen procede en muchas ocasiones de los aspectos materiales del trabajo, como son:

– Manipulación de sustancias químicas: medicamentos contra el cáncer, gases anestésicos, formaldehído, oxido de etileno, etc.

– Exposición a agentes biológicos derivados de la atención a pacientes transmisores de enfermedades, a través de pinchazos, cortes o contactos con sangre o fluídos corporales.

– Presencia de radiaciones ionizantes y electromagnéticas.

– Riesgo de electrocución por manejo de desfibriladores, bisturí eléctrico, equipos eléctricos.

– Riesgo de accidentes al realizar avisos de urgencias y traslados de enfermos en ambulancia.

– E incluso, y lamentablemente, el propio riesgo de sufrir una agresión por parte de pacientes y sus familiares.

Sin embargo, muchos otros factores de riesgo no provienen de los aspectos materiales del trabajo, sino que tienen su origen en la propia organización del trabajo.

Las responsabilidades que conlleva el trabajo hospitalario suelen ser fuente de estrés, carga mental, desgaste profesional, o burnout (síndrome del trabajador quemado), en íntima relación en muchas de las ocasiones, con los ritmos de trabajo, imprevistos e incertidumbres, trabajo a turnos o trabajo nocturno y jornadas interminables.

No es casualidad por tanto que durante los días 18 y 19 de noviembre la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CC.OO. de Castilla y León haya organizado las Cuartas Jornadas sectoriales bajo el epígrafe “Los Hospitales públicos de Castilla y León: Calidad, Servicios y Recursos”, en las que se pretende hacer hincapié en la transversalidad existente entre la calidad en la atención, la seguridad de los trabajadores y la gestión de las instalaciones y los servicios al paciente.

Las jornadas, que están dirigidas a todos los trabajadores y trabajadoras pertenecientes a los hospitales públicos de nuestra Comunidad, sin distinción de categorías profesionales u oficios, pretenden ser un punto de reunión en el que poner en común las experiencias vividas y las propuestas de mejora. Para ello se ha estructurado el encuentro en 6 Bloques:

1º.La adaptación del trabajo en los centros sanitarios, en el que se hablará de la organización del trabajo y la presión del medio laboral.

2º. Seguridad Hospitalaria, que tratará de dar una visión de los principales riesgos asociados a los edificios sanitarios.

3º. La investigación en el hospital, que versará sobre el desarrollo científico en las profesiones sanitarias y las políticas y gestión de la investigación.

4º. Ciudadano y servicios, en el que se hablará de la calidad percibida y la satisfacción del paciente.

5º. Calidad y gestión hospitalaria, en el que entre otros puntos se presentarán la planificación, la organización y el control como ejes fundamentales en la gestión.

6º. Por último, pero no por ello menos importante, el 6º bloque abarcará el tema: Mujer trabajo y hospital, una nueva realidad, en el que se hablará de las nuevas necesidades de la mujer trabajadora, Estrategias de Conciliación y Planes de igualdad y el tratamiento procesal y penal del acoso sexual y moral en el trabajo.

Las jornadas coinciden, esta vez sí casualmente, con la reciente presentación el pasado 5 de noviembre, de la campaña de sensibilización contra las agresiones al personal de Sacyl, bajo el lema “Espacio de salud, espacio de respeto”. El Pacto suscrito en febrero de 2008 entre las Organizaciones Sindicales y la Consejería de Sanidad fijaba las actuaciones a desarrollar para elaborar un Plan Integral frente a lasagresiones al personal de la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León.

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Secretaría de Salud Laboral de Castilla y León – Boletín BOICCOOT nº 60

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Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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