Cada vez que hacemos un repaso de lo que se ha hecho hasta el momento observamos que siempre hay cosas pendientes por hacer. Cuando revisamos procedimientos o reglas siempre hay que actualizarlas. Cuando precisamos una solución le encontramos la vuelta. ¿Qué es lo que motiva a esa permanente esa búsqueda de mejora? ¿Es acaso solamente la responsabilidad o existen otros factores que nos obligan a realizar las tareas? Obviamente que tener trabajo para poder solventarnos es importante, asumir la responsabilidad del cargo también pero ¿No juegan en cada uno de nosotros diferentes prioridades? Para algunos es lograr un objetivo, ponerse a prueba, asumir desafíos, progresar, superarse día a día, garantizar su futuro y el de los suyos, etc.
Realmente es difícil hacer seguridad sin que te guste, sin que lo sientas. En la tarea corre riesgo la vida de los demás y la propia. No hay que hacer de la tarea una rutina cumpliendo sólo con lo que se exige. El cumplimiento de las normas, reglas sumado a la inventiva y creatividad continua genera un marco seguro de trabajo. Y eso provoca confianza.
Si trasladamos ésta premisa a nuestra tarea cotidiana veremos que delegamos sólo a confiables. Encomendamos a quienes sabemos que lo van a hacer bien. Depositamos lo más valioso en aquellas personas que no nos van a defraudar. Elegimos eficiencia pero mucho más elegimos confianza. No sólo es la tarea también el entorno en que se va a hacer. ¿ Cuándo hablamos con nuestros colaboradores de la importancia de generar confianza? ¿Cuándo les enumeramos las pautas que generan confianza? Podríamos enumerar algunas.
– Eficiencia.
– Trasparencia.
– Confidencialidad.
– Responsabilidad.
– Honestidad.
– Profesionalismo.
– Calidad.
– Lealtad.
– Humildad.
– Criterio.
Si trasladamos éstas virtudes no sólo a personas sino a departamentos, divisiones, sectores o empresas y analizamos cuántas de ellas nos brindan confianza veremos que papel tan importante cumple. ¿Estamos realmente seguros a la hora de elegir? ¿No influye permanentemente en nuestras elecciones? Va desde el momento de seleccionar un producto nuevo hasta cuando votamos por alguien. Confiamos en quien nos atiende en el banco, en el portero del edificio, en quien cuida a nuestros hijos, en el médico que nos da un remedio. Confianza es un conjunto de cualidades en las que reparamos a la hora de elegir anhelando el logro de un objetivo o en la seguridad de alcanzar el éxito.
Para generar confianza hay que trabajar permanentemente en las pautas antes mencionadas. Vendemos confianza. Vendamos producto. Vendamos ventajas. Pero por sobre todo vendemos resultados.
Patricio Morales – Argentina
Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
