El día 28 de abril se celebra el Día Internacional de la Seguridad y Salud de los trabajadores, a pesar que el índice de siniestralidad en España bajó el pasado año, todavía es el más alto de la Unión Europea, donde casi dobla la media, en el año 2005 murieron por accidente laboral 1.241 personas y 871.064 sufrieron algún tipo de accidente en la empresa, de los accidentes de trabajo graves casi el 70% derivaron en una incapacidad permanente pare el trabajador, ascendiendo a 17.000 las indemnizaciones que ha tenido que pagar la Seguridad Social, y 23.000 personas estuvieron afectadas por las enfermedades profesionales (aquellas que recoge la ley que incluye patologías por contacto e inhalación de sustancias tóxicas, cáncer por estos agentes, infecciones y sorderas por el ruido.
Las estadísticas de la siniestralidad laboral según las distintas Comunidades Autónomas revelan que la mayoría de las comunidades ha sufrido un incremento en el número de accidentes laborales y enfermedades con baja en el trabajo; siendo la comunidad con mayor incremento laboral el País Vasco con un aumento del 13,53%; La Rioja, a pesar de registrar uno de los menores valores de siniestralidad del país, también ha sufrido un incremento del 9,2%.
Por lo que el Consejo de Ministro aprobó una serie de medidas para intentar reducir estos accidentes, entre los que se incluyen aumentar un 40% los recursos económicos destinados a esta causa comprometiéndose a presentar el nuevo listado de enfermedades profesionales.
La accidentabilidad laboral es un gran problema personal, social y económico; en 1995 entra en vigor en España la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (PRL).
La Ley de 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales destaca la iniciativa que obliga al empresario a elaborar e implantar un Plan de Prevención de Riesgos Laborales, que incluirá el conjunto de las actividades, los niveles jerárquicos de la empresa, la evaluación de los riesgos laborales y la planificación de las actividades preventivas; además de establecer la formación de los trabajadores como un pilar esencial.
La acción preventiva dentro de una empresa, integra dos componentes relevantes para la obtención de un resultado óptimo: una parte tecnológica y otra psicosocial (García, 1988).
Una adecuada gestión preventiva conlleva a una excelencia preventiva. La gestión de la Prevención se fundamenta en tres pilares:
• La gestión.• La técnica.• La cultura.
La gestión comprende el liderazgo de la dirección en materia de seguridad y salud; la cual deberá descender en cascada por toda la línea de mando; la técnica se refiere a los técnicos de prevención, tan necesarios para elaborar los planes de prevención y la implantación a través de la evaluación de los riesgos y la planificación de las distintas actividades preventivas, junto con el seguimiento de su cumplimiento; y por último la cultura que contempla la formación e información de cada uno de los trabajadores. La cultura que determina la estructura, la estrategia y los distintos procedimientos organizativos (Schein, 1988) influye en la satisfacción de los trabajadores, al igual que en la manera de relacionarse y en la percepción de las situaciones y problemas en las que existe un riesgo laboral de base o implícito.
Se entiende por cultura la energía social que impulsa a una corporación hacia la acción, proporcionándole significado y dirección (Filman y Saxton, 1985).
Existe una norma internacional aceptada mundialmente, conocida como OSHAS (Occupational Health and Safety Maganement Systems), desarrollada como respuesta a la gran demanda de una norma reconocida para sistemas de gestión de seguridad y salud laboral (SGSSL). Diseñándose para que pudiera ser compatible con la norma de sistemas de gestión ISO 9001:1994 (Calidad), e ISO 14001:1996 (Medio Ambiente), de manera que facilitara en las organizaciones la integración de los distintas sistemas de gestión de calida, ambiental, de seguridad y salud.
En España existen dos normativas reconocidas sobre responsabilidad Social: SA8000 y SGE21.
SA8000 es la Norma producida por la agencia estadounidense Social Accountability Internacional centrada en el cumplimiento de la legislación y tratados internacionales cuyo fin es asegurar una gestión ética en las condiciones de trabajo de las personas; basándose en: La Declaración Universal de los Derechos Humanos, Convenciones de la Organización Internacional del Trabajo; Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños; Convención de Naciones Unidas sobre la eliminación de la Discriminación contra la mujer.
SGE21 Norma más amplia que la anterior cuyo fin es dar un enfoque ético a todos los aspectos de gestión de la empresa.
Es responsabilidad del empresario evaluar el nivel de riesgo de un lugar de trabajo y proporcionar al trabajador el EPI correcto para el desarrollo normal de la función del trabajador (es un requisito de la Directiva CE 89/686); pero de igual manera, el trabajador debe estar formado y preparado para el uso correcto del EPI, evitándose de esta manera accidentes y sufrimientos innecesarios, e importantes pérdidas- económicas y materiales- en caso de sufrir un accidente. Todo riesgo, obligación o protección a utilizar en el puesto de trabajo y en el camino que ha de recorrer hasta el mismo, ha de estar debidamente señalizado.
La señalización es vital en el ámbito laboral; ya que por un lado protege al trabajador de las distintas agresiones externas del medio en el que realiza su labor a la vez que le orienta para llegar a la salida en caso de emergencia. Esta señalización deberá ser fotoluminiscente para garantizar su funcionamiento aún sin luz y en circunstancias extremas, debiendo estar obligatoriamente certificada y homologada, como exige la Ley.
Los principales riesgos que tiene el trabajo en oficina son:
– Síndrome del túnel carpiano: según el experto en Medicina del Trabajo Javier Cotelo, se produce por realizar trabajos repetitivos de la muñeca, como los de trabajar con el teclado, produciéndose tal inflamación que puede llegar a invalidar a la persona.
– Fatiga muscular: consiste en dolencias por posturas incorrectas durante muchas horas y muchos días, dichas contracturas pueden ser causa de baja laboral.
– Fatiga visual: se detecta por la visión borrosa, pero es transitoria.
– Excesiva carga mental: la atención a muchas cosas al mismo tiempo puede producir una carga mental que derive en ansiedad, en tal cuyo caso, el trabajador tiene la sensación de que la máquina impone el ritmo.
– Edificio enfermo: en muchas ocasiones cuando se trabaja en oficinas herméticas con los filtros del aíre acondicionado o la calefacción sucios, respirar este aire puede provocar catarros, irritaciones,… de las mucosas nasales a la vez que picores en los ojos.
El mantener el área de trabajo seguro es algo que requiere un gran esfuerzo y formación en los distintos aspectos de la prevención que no se relacionan directamente con el trabajo, debiéndose prestar atención a las precauciones y a los distintos procedimientos de seguridad, siguiendo todas esas premisas se obtendrá un lugar de trabajo seguro para todos los trabajadores. Es de gran importancia que prestemos especial atención a los equipos de protección individual (EPI) los cuales van a proteger muchas partes del cuerpo evitando así lesiones y heridas; podemos encontrar protectores de cabeza, de ojos, oídos, manos, pies, aparato respiratorio, espalda,….además de todos aquellos sistemas de protección que ayudarán a evitar tropiezos y caídas, resbalones.
Los daños en cabeza y cuello significan el 15% de los accidentes laborales; siendo uno de los accidentes más serios, ya que en un gran número de casos es fatal para la vida. Los accidentes en la cabeza pueden ocurrir por caída de objetos, deslizamientos, cargas en movimiento, impactos contra objetos,… dependiendo de la aplicación y del principal riesgo, los casos deben proteger contra uno o más riesgos de accidentes. El uso del casco es la mejor manera de proteger la cabeza de las lesiones severas causadas por objetos que pueden caer, a la vez que ofrecen cierta protección contra descargas eléctricas, tienen una coraza exterior rígida revestida internamente por una suspensión que absorbe la fuerza del impacto; para que la eficacia esté garantizada deberemos asegurarnos que el casco utilizado se ajuste perfectamente, tendrá que haber 4 centímetros de espacio entre la banda y las cintas de suspensión y la parte dura del casco para absorber el impacto a la vez que para favorecer la circulación del aíre. Los requerimientos en protección de cabeza con respecto a la higiene y la seguridad en el trabajo están definidos en los siguientes estándares:
• Casco de seguridad…… EN 397.
• Casquete……………… EN 812
• Cascos de bomberos… EN 443
En ocasiones el aire que se respira puede estar contaminado con gases tóxicos o partículas, falto de oxígeno,… por lo que se requiere un adecuado sistema de protección respiratorio para lo que previamente se deberá formar al trabajador que vaya a hacer uso de ellos (uso apropiado del equipo y realización de prueba de ajuste del mismo antes de comenzar a utilizarlo); se dispones de distintos equipos:
• Respiratorios purificadores del aire que filtran y eliminan los contaminantes peligrosos del aires antes de ser inhalados.
• Respiradores de aire que proveen aire fresco bien de una fuente externa o de una zona aislada.
Estos equipos se limpiaran completamente después de cada uso, guardándolos en lugares secos, alejados de la humedad, polvo o productos químicos, deberán ser inspeccionados periódicamente, controlando los daños, desgastes o piezas que se hayan podido perder o deteriorar.
El ruido está asociado a muchas de nuestras actividades cotidianas, y no pensamos en él como un factor de riesgo. Los oídos deberemos proteger con esmero, ya que es frecuente la pérdida de audición por exceso de ruido, suele ser tan gradual que cuando el trabajador se da cuenta de la pérdida ya existe un daño permanente; para evitar esto tenemos a nuestra disposición las orejeras y los tapones. Las orejeras están hechas para ajustarse sobre todo el oído, por lo que es importante que tengamos cuidado con las gafas, pendientes, adornos del pelo, e incluso el mismo pelo ya que pueden romper la selladura alrededor del oído lo que restaría efectividad a la orejera; por otro lado los tapones; los cuales están fabricados de goma espuma y de fibra suave, para que puedan entrar cómodamente en el canal del oído.
Las manos son otra de las partes que se deben proteger cuidadosamente ya que son múltiples los trabajos que se realizan con ellas por lo que el riesgo de sufrir algún tipo de lesión es mayor; para ello disponemos de distintos tipos de guantes aunque su uso no es recomendado en caso de trabajar con maquinas en movimiento: de lana y algodón para trabajos con material abrasivo; guantes de goma o neopreno para los trabajos eléctricos o químicos; de cuero para trabajos de soldadura o madera; de malla de metal para trabajos con objetos punzantes o cortantes. No debiéndonos olvidar de la importancia de la protección de la piel, previniendo la tal usual dermatosis profesional. Esta protección deberá ir encaminada bajo tres aspectos:
1. La protección mediante el EPI correspondiente.2. Higiene adecuada, evitando aquellos productos que dañen la piel, o bien sean exfoliantes abrasivos o estropajos, cepillos de cerdas…
3. Aplicación de cremas regeneradoras e hidratantes que ayuden a la piel a estar en mas mejores condiciones posibles al final de la jornada laboral (ya que de esa manera se mantendrán sus funciones de escudo protector frente a las agresiones externas).
Los pies se deberán proteger con botas reforzadas con acero en la zona de los dedos para evitar posibles lesiones en caso de sufrir lesiones con caídas de objetos o pisadas; botas de goma en trabajos con aceite, grasa, productos químicos o agua; botas reforzadas para proteger dedos, talones, tobillos, empeine, zona metatarsiana,…
Carmela de Pablo Hernández – Técnico Intermedio de Prevención de Riesgos Laborales, Enfermera del Hospital General de la Defensa
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