Es difícil hablar del amianto sin hacerlo de sus víctimas, y es que son demasiados los trabajadores y trabajadoras que han visto truncadas sus vidas por haber estado expuestos a esta fibra letal. Las estimaciones que hace el sindicato arrojan unas cifras escalofriantes: se calcula que entre 40.000 y 60.000 trabajadores españoles morirán de cáncer de aquí hasta el 2030 como consecuencia de la exposición al amianto.
El amianto (palabra de origen latino, amiantus: incorruptible) o asbesto (de origen griego: incombustible) es una fibra mineral natural que por sus características tecnológicas excepcionales, se ha utilizado en múltiples aplicaciones en la construcción, industria y otros productos de gran consumo. Es un mineral que, al ser manipulado, desprende unas fibras microscópicas que al respirar se incrustan en los pulmones, pudiendo causar múltiples enfermedades; dos de las más graves son el cáncer de pleura y peritoneo (membranas que recubren los pulmones y los órganos digestivos, respectivamente). A pesar de que los tumores tardan en aparecer entre 10 y 30 años, cuando lo hacen, son letales, ya que una vez que el cáncer se ha diagnosticado la esperanza de vida del paciente raramente supera los dos años.
Las múltiples aplicaciones de este mineral, hicieron del amianto un mineral ampliamente empleado en diversos ámbitos industriales durante varias décadas del pasado siglo XX, hasta que en junio de 2002 su empleo quedó definitivamente suprimido. Sin embargo, con su prohibición no se ha resuelto el problema, ya que a día de hoy existen muchos trabajadores afectados por el amianto, y lo que es peor aún, todavía existen miles de toneladas de amianto recubriendo techos, tejados, paredes, tubos de conducción de agua y gas, frenos, embragues etc. CC.OO. ha estado a la vanguardia de la lucha contra el amianto desde siempre, antes por su prohibición, ya conseguida, y ahora para alcanzar una serie de medidas encaminadas a fomentar la vigilancia médica, las ayudas sociales y pro-gramas de indemnización económica a las personas afectadas, además del reconocimiento como enfermedad profesional.
En este mismo sentido, en Castilla y León, el pasado año entró en vigor la Orden SAN/667/2007, de 2 de abril, por el que se aprueba el “Plan de actuaciones sanitarias en personas con exposición laboral a amianto en Castilla y León”. El cual pretendía mejorar el nivel de conocimiento de los problemas de salud relacionados con la exposición laboral a amianto, impulsar la detección precoz a través de la vigilancia de la salud ocupacional y fomentar la asistencia integral y la mejora de calidad de vida en las personas con problemas de salud relacionados con la exposición laboral a amianto. Asimismo, se trataba de proporcionar formación a los profesionales sanitarios sobre la vigilancia de la Salud relacionada con el amianto e impulsar la investigación sobre los riesgos para la salud derivados de la exposición laboral al amianto.
Sin embargo, desde CC.OO. Castilla y León queremos manifestar nuestro descontento, ya que hasta el momento, el “Plan” no ha dado los frutos que se esperaban, sobre todo en lo que se refiere al registro de empresas con riesgo de amianto de nuestra Comunidad. Y es que en Castilla y León el uso del amianto ha estado vinculado fundamentalmente a la industria del fibrocemento, pero también se ha empleado en otras empresas relacionadas con actividades dedicadas a la reparación de zapatas de embrague y frenos, demolición de construcciones, tintorería industrial o recubrimiento de tuberías y calderas, entre otras. En el año 2006 la Dirección General de Salud Pública y Consumo, basándose en los registros de lo que se disponía, hizo una primera estimación del número de personas expuestas en Castilla y León, considerando que los trabajadores con historia de exposición al amianto, tanto post-ocupacionales como trabajadores que permanecen en activo, estaban alrededor de los 1500.
Lamentamos a que, después de haber pasado un año y medio de la entrada en vigor del “Plan”, se carezca de más datos de empresas y trabajadores que se acerque a la realidad, ya que existe constancia de que hasta la fecha los únicos trabaja-dores que están siendo sometidos a programas de vigilancia y control son los pertenecientes al sector ferroviario y la empresa Uralita.(hoy Fibrocementos NT, S.L) ¿Qué está pasando?, ¿Dónde están el resto de las empresas y trabajadores?, ¿Se está haciendo algo desde los poderes públicos?, ¿Porque hay provincias donde no se ha desarrollado este Plan?.
Si se ha trabajado, o se sospecha que se trabaja con amianto se debe:
– Acudir a los exámenes de salud efectuados por la empresa.
– Exigir tus derechos: la empresa debe cumplir con las medidas de seguridad.
– Solicitar información y formación al Servicio de Prevención de la empresa.
– Hacer uso de los equipos de protección individual al efecto.
Si en el pasado trabajaste o conoces a alguien que trabajo con amianto se debe:
– Acudir a la Unidad de Salud Laboral del Servicio Territorial de Sanidad y Bienestar Social de tu provincia.
– Acudir a los exámenes de salud post-ocupacionales del Sistema Público de Salud de Castilla y León.
No obstante, también hacemos un llamamiento a la Administración Regional para que no hagan “oídos sordos”, y le den al problema la importancia que se merece, ya que desafortunadamente con las enfermedades derivadas por el amianto esta sucediendo los mismo que sucede con la mayoría de las enfermedades profesionales, ya que existe una gran infradeclaración. Sin ir más lejos, mientras que la Administración Castellano Leonesa en el año 2007 registró 647 casos, CC.OO. ha recogido 3.729, de los cuales 765 habrían derivado en la muerte de los trabajadores y trabajadoras afectadas.
Secretaría de Salud Laboral de Castilla y León – Boletín BOICCOOT
Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
