El Departament de Medi Ambient de CC.OO de Catalunya ha desarrollado un proyecto en 2004 con dos petroleras para establecer sistemas de recuperación de los vapores de gasolina de los surtidores, con la finalidad de contribuir a reducir la contaminación y mermar los efectos directos del benceno y del ozono troposférico, del que el benceno es un precursor. Además, hemos insistido en que se adopten buenas prácticas en los procesos de descarga de gasolina en las estaciones de servicio para la captación de vapores por los camiones cisternas.

Las concentraciones de benceno en la atmósfera de una gasolinera suelen estar en torno a 4 µg/m3. Durante el proceso de carga de combustible del surtidor, dichas concentraciones pueden llegar a multiplicarse por dos mil, alcanzando cifras de entre 1 y 10 mg/m3. Estos valores exceden, en muchas ocasiones, los límites de exposición profesional para agentes químicos en España (3,25 mg/m3), además de los de la directiva 2000/69/CE que establece como valor límite de exposición para la ciudadanía 5 µ/m3 y que a partir del año que viene debe reducirse en 1 µ cada 12 meses.

El proyecto ha tenido un eco importante tanto mediático como político. La prensa escrita y la TV catalanas se han ocupado del tema, el candidato al Parlamento Europeo Raül Romera (IC-Els Verds) inició su campaña con la petición de una normativa comunitaria al respecto, por su parte Joan Herrera ha introducido en dos ocasiones una proposición no de ley en el Congreso de Diputados, y Salvador Milà, Conseller de Medi Ambient i Habitatge de la Generalitat, se ha comprometido a elaborar un decreto siguiendo los ejemplos de las legislaciones alemana, francesa e italiana.

Las primeras experiencias en recuperación de vapores de gasolina se desarrollaron en la bahía de San Diego en 1972. Posteriormente, se desarrollaron sistemas de recuperación de la contaminación interna de los vehículos. En la actualidad, la mayoría de los países occidentales disponen de estos mecanismos. México es el segundo país hispano (después del estado California) en adoptar medidas de recuperación, y los resultados son espectaculares: de un 5% de pérdidas de gasolina por evaporación se ha pasado a un 0,5% y se han dejado de emitir a la atmósfera 1.000 toneladas diarias de combustible.

Euskadi es la comunidad del Estado español que dispone de más estaciones equipadas con mecanismos de succión de los vapores de gasolina en el repostaje capaces de recolectar hasta un 80% de los vapores. Madrid cuenta con algunas estaciones. En Catalunya existen 4 estaciones en funcionamiento. No sería muy difícil que más gasolineras se equipasen con estos mecanismos. En las gasolineras urbanas están ya preinstalados y tan sólo tienen que cambiar de surtidor para recuperar el vapor por combustible.

A falta de un compromiso de las compañías por homologarse con Europa, en estos años de bonanza económica, deberán ser las autoridades quienes limiten la contaminación de las empresas exigiendo las mejores técnicas disponibles para otorgar la Licencia Ambiental, además de una regulación específica igual a la que se promulgó en Francia e Italia.

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Toni Oller Castelló – Departamento de Medio Ambiente, CC.OO. Cataluña – Revista Por Experiencia

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Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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