La Comunidad Valenciana ha logrado situarse en la cabeza, y a mucha diferencia, en la clasificación de descenso de accidentes de trabajo en toda España. En el cierre del ejercicio, el Ministerio de Trabajo anota 3.579 siniestros menos en esta región.
El dato es doblemente positivo si se tiene en cuenta que el fenómeno de la siniestralidad laboral evoluciona al alza en el conjunto de todas las autonomías españolas, salvo en la Comunidad Valenciana, Canarias, Galicia y País Vasco. Además, en estas tres comunidades autónomas el descenso es prácticamente testimonial, cosa que no ocurre en la valenciana, donde la reducción en el número de siniestros es intensa.
El avance del Boletín de Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo, al que se refirió esta semana el conseller de Economía y Empleo, Gerardo Camps, pone de manifiesto que la autonomía valenciana lidera, y a mucha distancia, la reducción de los accidentes, uno de los grandes caballos de batalla de los sindicatos, la patronal y la autoridad laboral en toda España.
Pese a ese decenso importante, que en términos relativos es de casi el 4%, la Comunidad Valenciana está a la cabeza en accidentes de trabajo en España. En el pasado año, los sectores económicos de la región registraron 93.665 siniestros laborales con baja.
De ellos, 31.006 (la tercera parte, más o menos) se registraron en Alicante, que es la provincia de la Comunidad Valenciana que menos reduce la siniestralidad laboral. En Alicante apenas descendió la cifra en 400 accidentes, muy por debajo de la caída registrada en Valencia y Castellón. En Valencia la cifra de accidentes supera los 50.000 y en Castellón se llega a los 11.600 siniestros. La estadística del Ministerio de Trabajo divulgada no ofrece detalles sobre el grado de gravedad de los accidentes.
Sin embargo, hace dos semanas, la sección de CC OO en la construcción dijo que la Comunidad Valenciana registró el pasado año, como mínimo, 36 muertes laborales, de las que siete tuvieron lugar en la provincia de Alicante. Los dirigentes sindicales dijeron que el 80% de esos fallecimientos «eran evitables» y que el 66% de los siniestros mortales son por caídas al vacío, lo que demuestra la escasa inversión y dedicación empresarial por la prevención de riesgos, explicó José Luis Colomer.
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