La reducción de la jornada laboral apenas avanza en España y el descenso lleva el ritmo de una tortuga. Hace cinco años los sindicatos lanzaron la propuesta de la semana de 35 horas, pero ésta aún queda lejos para la mayor parte de los trabajadores. La semana laboral media pactada en 2001 en los convenios colectivos fue de 38,51 horas, lo que equivale a 1.759 horas anuales, según datos del Ministerio de Trabajo. Esta jornada es la más baja que se ha alcanzado en España, gracias a la implantación de las nuevas tecnologías en el trabajo, pero apenas supone 12 minutos menos que 10 años atrás.
En relación con 1997, momento en el que los sindicatos lanzaron la reivindicación de las 35 horas semanales, el tiempo de trabajo sólo ha bajado en 4 minutos. Los sindicatos advierten de que en ocasiones las jornadas reales rebasan lo que marcan los convenios. El año pasado sólo 343.852 trabajadores, es decir, el 3,9% de los 8.792.990 empleados de empresas privadas con convenio colectivo tenían pactadas las 35 horas, según CC OO. Donde más abunda la semana de 35 horas es en la Administración.
En el sector privado, las 35 horas semanales están más cercanas en los convenios de empresa que en los de otro ámbito. En los primeros, que afectan a un 10% de trabajadores, la jornada media pactada el año pasado fue de 37,45 horas semanales, 1.710 al año, mientras que para el resto se sitúan en 38,67 (1.764 anuales).
Sectores
Por sectores, el agrario es el que tiene la jornada más larga. Es más, los empleados agrarios trabajan algo más que hace 10 años. Según el Ministerio de Trabajo, la jornada media de los empleados agrícolas en 1991 fue de 39,02 horas semanales, mientras que el año pasado fue de 39,04. Los empleados del sector servicios, por contra, son los que trabajan menos horas. Pero, en lugar de reducirse, la jornada se ha incrementado ligeramente para el promedio del sector. De media, ha pasado de 38,08 a 38,41 horas semanales en la última década.
La industria y la construcción son las más beneficiadas de la reducción de la jornada. La media de los convenios de la industria marca una semana laboral de 38,6 horas (39,15 hace una década), mientras que la construcción trabaja 38,48 (39,35 hace 10 años).
Los sindicatos piden que se dicte una ley para reducir la jornada laboral. El Gobierno y la patronal se oponen. La reducción de la jornada por ley se produjo en 1983 con el primer Gobierno socialista, que estableció las 40 horas semanales. Pero fue una medida que recogía lo que ya era una realidad en muchas empresas.
En 1996, la experiencia francesa de implantar las 35 horas semanales por ley abrió el debate en España. A falta de una ley, son los sindicatos y las empresas los que deben negociar la reducción de la jornada en los convenios colectivos. Y Méndez admite cierto estancamiento en la reducción de horas de trabajo. Y para remediarlo, defiende el modelo francés, de 35 horas por ley. En paralelo a las 35 horas, la semana laboral de cuatro días es, según Méndez, “la otra cara de la moneda”, que favorecería conciliar la vida familiar y laboral.
Desde CC OO, el secretario de Acción Sindical, Fernando Puig-Samper, dice que “la experiencia francesa demuestra que aún queda mucho camino por recorrer”. Puig-Samper reconoce que será difícil generalizar las 35 horas si no se regula por ley. Propone una “modalidad corregida a la española” a partir del ejemplo francés, puesto que entiende que una norma de este tipo no se puede trasladar miméticamente de un país a otro. Pero CC OO resalta que la solución pasa por reducir la temporalidad, que ronda el 32%. Y controlar, luego, que la jornada pactada coincida realmente con la trabajada, ya que en la práctica muchos empleados superan las horas establecidas en su convenio.
La patronal CEOE
no se opone a la reducción de la jornada, pero con condiciones. Según Roberto Suárez, de Relaciones Laborales, la reducción debe pactarse en los convenios, en función de la productividad y competitividad de las empresas. En ningún caso acepta la CEOE que se implante por ley. La patronal considera que las 35 horas no es la mejor fórmula para crear empleo.
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