Bien es sabido por todos la gran importancia que tiene impartir cursos de primeros auxilios a todos los niveles con sus correspondientes prácticas para su mejor aprovechamiento.
Estas prácticas, casi siempre centradas en aprender los principios básicos de la Reanimación Cardio Pulmonar se realizan con maniquís de primeros auxilios, debiendo todos los alumnos de un curso manejar el muñeco para asimilar los contenidos de una forma eficaz.
¿Un muñeco para todos?
En la mayoría de los casos, los cursos cuentan con un único muñeco para un grupo de alumnos que puede ser más o menos numeroso, por lo que es recomendable seguir unas pautas de higiene en la manipulación de los elementos de las prácticas para evitar posibles contagios e infecciones, como pueden ser constipados, gripes, etc de forma más frecuente.
Lo ideal es tener un muñeco por alumno y que cada uno se responsabilice del mantenimiento del mismo mientras dure el curso, de hecho existen muñecos económicos para realizar prácticas básicas, como el maniquí Buddy o el Prompt, dando muy buenos resultados para formación por poco más de 100 euros.
Por desgracia muchas veces no llegan los presupuestos para ello con lo cual nos tenemos que contentar con un único muñeco para todos. Los maniquís de RCP actuales cuentan con sistemas que ayudan a su higiene. Muchos de los modelos incorporan bolsas boca-pulmón, sistemas desechables de vía aérea o piezas boca-nariz desmontables, así, cada alumno puede tener la suya que puede ser desinfectada para reutilizarse.
Barreras contra los gérmenes
Al margen de estos sistemas, podemos utilizar también mascarillas desechables para realizar las simulaciones de RCP en adecuadas condiciones higiénicas. Estas mascarillas son válidas para cualquier modelo de muñeco de prácticas y son una barrera contra los gérmenes ya que solo se usan por una persona cada vez, desechándolas una vez realizada la práctica. Además vienen en paquetes de 100 unidades.
Otra opción son las mascarillas de bolsillo para RCP, las cuales podemos regalar a los alumnos del curso para que la usen al realizar las prácticas, además de poderla llevar encima siempre por si alguna vez nos surge atender una emergencia, poder realizarla con las mejores condiciones de higiene. Es el dispositivo de barrera más usado en el mundo. Combina una válvula unidireccional de baja resistencia, con un filtro hidrofóbico desechable para evitar el paso de líquidos y secreciones. La válvula y el filtro actúan como barreras que separan al paciente de su reanimador.
La importancia de lavarse las manos
Al margen de todo lo visto, debemos cuidar la higiene de nuestras manos y las de los alumnos a la hora de manipular los muñecos y el material de prácticas de primeros auxilios. Los estudios muestran que lavarse las manos con jabón es una de las maneras más efectivas, simples y económicas de prevenir enfermedades.
Los gérmenes existen en todas partes de nuestro entorno y pudiendo haber más de 3000 en cada centímetro cúbico. Además ciertos virus pueden sobrevivir hasta más de veinte minutos en la superficie de los objetos. Para evitar contagios y enfermedades debemos aprender a lavarnos las manos con jabón de manera regular y asegurarnos de que queden completamente limpias.
Es recomendable también tener en el aula de prácticas alguna botella de gel o espuma higienizante para poder lavarnos las manos o desinfectar superficies de forma inmediata en cualquier lugar, sin necesidad de agua. Con estos productos podemos también limpiar los muñecos que hayamos utilizado después de cada práctica para guardarlos en óptimas condiciones de utilización posterior.
Para concluir, implantar hábitos básicos de higiene cuando se dan los cursos de primeros auxilios es vital para que los alumnos tomen conciencia de la importancia de unas buenas prácticas en este sentido, ya no solo para la realización del curso, sino en su vida diaria.
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