Valencia – Dos muertos en explosión en pirotecnia cuando manipulaban una carcasa

Los fallecidos son una mujer de 54 años, C.C.B., nacida en Godella, vecina de Burjassot y cuñada del propietario, y un hombre de 47 años y nacionalidad ucraniana, V.S. Asimismo, otros empleados sufrieron crisis nerviosas y problemas auditivos por la onda expansiva y fueron atendidos en el lugar de los hechos por efectivos sanitarios de urgencia.

Esta pirotecnia registró el 18 de octubre de 1993 otra explosión en la que se produjo la muerte de un trabajador cuando mezclaba productos pirotécnicos en una caseta. Fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat informaron a EFE de que la caseta en la se produjo hoy la explosión tenía tres compartimentos, dos de los cuales resultaron afectados por una primera explosión cuando dos trabajadores manipulaban una carcasa.

En otro de los compartimentos se encontraba el tercer empleado implicado en el suceso quien, al escuchar esa explosión, salió corriendo del recinto poco antes de que se produjera otra. Al lugar del suceso acudieron el helicóptero medicalizado de la Generalitat, unidades del SAMU, bomberos del Consorcio de Valencia, agentes de la Guardia Civil y Policía Local, voluntarios de Olocau y el director general de Interior de la Generalitat, Luis Ibáñez.

Los dos cadáveres fueron levantados por orden del juez de guardia de Lliria sobre las 20,15 horas. A las puertas de la pirotecnia se concentraron familiares de los fallecidos y el pirotécnico Vicente Caballer, primo del propietario de la empresa donde se produjo la explosión, quien dijo a los periodistas que la familia estaba “muy afectada” por lo sucedido.

Según fuentes de la Generalitat, más de cuarenta operarios trabajan en este taller, que el año pasado remodeló sus instalaciones con el visto bueno de los informes de los técnicos de la Dirección General de Industria y Energía y que cuenta con 59 casetas para manipular material pirotécnico. Los talleres cumplían con las normas de seguridad reglamentarias y habían pasado la última inspección a mediados del pasado mes de octubre, sin que se advirtiese ninguna irregularidad, según los inspectores del servicio territorial de Industria de la Conselleria de Innovación y Competitividad.

El Reglamento de Explosivos establece que las casetas donde se realizan los trabajos pirotécnicos deben estar construidas con materiales resistentes de obra que aseguren su aislamiento y un techado liviano que evite, en caso de explosión o deflagración, la propagación al resto de casetas. La Dirección General de Industria y Energía está colaborando con la autoridad correspondiente para profundizar en la investigación y análisis para establecer las posibles causas del accidente.

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