Un trabajador, que responde a las iniciales J. F. F. y tiene 51 años de edad, fue trasladado a un hospital de Madrid con quemaduras internas muy graves después de ser alcanzado por vapor a alta temperatura cuando se encontraba trabajando en las instalaciones de la acería de Tabaza. El afectado es empleado de la empresa, subcontratada por ArcelorMittal. “Conoce de sobra las instalaciones”, indicaron desde la empresa. De hecho, es un mando de la UTE que se encarga, desde el verano de 2012, de la limpieza industrial de las plantas de la multinacional Arcelor en Asturias.
El accidente tuvo lugar en torno a primera hora de la mañana. Desde la empresa ArcelorMittal indicaron que el hombre se vio afectado «por una emisión de vapor mientras desarrollaba labores de inspección en la zona de escarpado de la acería, un canal de arrastre en el que, unas horas después, tenían que entrar sus subordinados». La víctima, según fuentes consultadas, camina por un pasillo anexo al canal de arrastre cargado de agua. En un momento dado se le cayó la linterna. Cuando fue a recogerla sufrió el fogonazo del vapor de agua. Dicha instalación se utiliza para el desbaste de la superficie de los bloques de acero que se producen en la planta. Sin embargo, tras el impacto del vapor, el hombre «no perdió el conocimiento ni requirió de la intervención de los servicios médicos de la empresa».
EFECTO RETARDADO
Al parecer, y según añadieron fuentes sindicales, el trabajador se encontraría ante una rejilla de la que salió la columna de vapor que le alcanzó de repente, sin que en ese momento percibiera el daño que había sufrido. Según testigos, el trabajador salió de la zona del accidente por su propio pie, aunque con molestias en la cara. Los compañeros del trabajador descubrieron la gravedad del accidente cuando J. F. F. se cambiaba en el vestuario. “Ahí fue donde vimos las quemaduras por todo el cuerpo”. Los médicos señalaron que el peligro se encontraba en la extensión de las quemaduras internas.
En ese momento fue trasladado de urgencia al Hospital San Agustín de Avilés, desde donde fue derivado inmediatamente al Hospital Universitario Central de Asturias ante la gravedad de las heridas que presentaba. Tras ser atendido en el centro ovetense, y ante el alcance de las quemaduras, que podrían afectar al 90% de su cuerpo según fuentes consultadas por este diario, fue trasladado nuevamente a una unidad especializada de un centro hospitalario de Madrid .
A la vista del modo en que reaccionó al repentino golpe de vapor, J. F. F. podría sufrir quemaduras de tercer grado o superiores, que en determinadas circunstancias son indoloras si llegan a quemar las terminaciones nerviosas de la piel.
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