Organizada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), la Jornada de Barcelona ha vuelto a poner sobre la mesa la gravedad de la situación a la que se enfrenta la población después de décadas de abuso incontrolado de productos químicos.
El efecto más evidente en estos momentos es la aparición de una nueva enfermedad, el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple. El SSQM es una enfermedad emergente grave y de carácter permanente que es una amenaza real para la salud y no una enfermedad minoritaria y rara como se pretende presentar.
Esta enfermedad se produce mediante el contacto con determinados productos químicos que, en dosis ínfimas, producen una afectación sistémica general grave, afectando al nivel neurológico, articular, vías aéreas y generando demás y ulterior sintomatología y determinan, con carácter permanente, una importante pérdida de calidad de vida.
Según estudios recientes la exposición a agentes tóxicos puede llegar a afectar hasta un 12% de la población. Lo que en el caso de España, significa 5,5 millones personas afectadas en algún grado. Por otro lado, el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple, que es una enfermedad grave y de carácter permanente, está afectando a un mínimo de 500.000 personas ya que muchas lo padecen sin tener todavía un diagnóstico debido al desconocimiento de la enfermedad.
El SSQM está reconocido como enfermedad en Alemania, Austria y Japón. Por su parte, Dinamarca, Suecia, Canadá y EEUU están en una situación muy avanzada respecto a nuestro país tanto a nivel de reconocimiento como de tratamiento y prevención.
A pesar de la gravedad de la situación, esta enfermedad todavía no se ha incluido en la en la clasificación internacional de enfermedades. Según Jaume Cortés, abogado y técnico en prevención de riesgos laborales del departamento de Salud y Trabajo del Col·lectiu Ronda, “este ha de ser el primer paso que tiene que tomar el Gobierno español”.
El abogado señaló que el hecho de que la SSQM no forme parte de esta clasificación representa un obstáculo para la defensa de las personas afectadas. Además se contrapone con los numerosos informes reconociendo la enfermedad de hospitales públicos, organismos sanitarios, Inspección de Trabajo y la Organización Internacional del Trabajo.
Cortés afirma que se debe reclamar los derechos y las prestaciones que corresponden a los afectados. Especialmente si se considera que la mayoría de los agentes químicos que provocan la SSQM están incluidos en el baremo de enfermedades profesionales.
Jaume Cortés destaca la paradoja de que, a pesar de no estar reconocida como enfermedad, actualmente se han conseguido 94 sentencias que reconocen diferentes invalideces para afectados de SSQM. En el 90% de estas sentencias la resolución judicial admite que las invalideces tienen un origen laboral (ya sea por accidente o por exposiciones continuadas a agentes químicos).
Por ello Cortés se lamenta de que exista un mayor índice de reconocimiento del origen laboral de la SSQM en el ámbito jurídico que en el sanitario. “Tendríamos que estar hablando de esta enfermedad en el ámbito sanitario y no en los tribunales”, afirma el abogado del Col·lectiu Ronda.
Cortés se pregunta también hoy si se estaría halando del SSQM si no se hubiera obtenido estas sentencias. El problema se agudiza fuera de Cataluña donde existe una menor sensibilidad respecto a la enfermedad. Prueba de ello es que de las 94 sentencias conseguidas, el 80% corresponden al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya lo que significa que sólo un 20% han sido dictadas por tribunales del resto del Estado español.
Jaume cortés destacó también la responsabilidad que han de asumir las mutuas dado que la mayor parte de casos de SSQM derivan de exposiciones a agentes químicos en el puesto de trabajo.
Jaume Cortés ha afirmado en numerosas ocasiones que actualmente sólo vemos la punta del iceberg de lo que será sin duda la enfermedad laboral y ambiental de este siglo. “Dentro de un tiempo parecerá increíble que hayamos tenido que movilizarnos para que se reconozca algo tan evidente e importante”, declaró en la reunión del pasado febrero.
Actualmente ya existen especialistas médicos capaces de diagnosticar con exactitud la enfermedad, pero queda mucho por hacer en este sentido. Aunque existen distintos niveles de afectación, el SSQM significa un cambio rotundo en la vida del afectado. Aún en los casos más leves, se deben evitar las exposiciones químicas incluso a muy bajas dosis para que el cuadro no siga empeorando y se está diagnosticando ya esta patología en niños y adolescentes.
En últimos 10 años, el Col·lectiu Ronda se ha hecho cargo de unos 200 casos de Síndrome Químico Múltiple (SSQM) o Intolerancia Química. Las sentencias obtenidas recogen el carácter invalidante de esta enfermedad.
A pesar de todo ello, el SSQM todavía no ha sido incluido en la Clasificación Internacional de Enfermedades.
Los abogados del departamento de Salud y Trabajo del Col·lectiu Ronda, expertos en enfermedades laborales desde hace más de 35 años y pioneros en la defensa y estudio de estas patologías, no han dudado en calificar esta enfermedad como la enfermedad laboral y medioambiental del siglo XXI. Y exigen que se regularice para poder atender a los afectados y prevenir su expansión.
Redacción Prevention World - Col·lectiu Ronda
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