El Ministerio de Fomento exige el certificado de formación básica no sólo a los enrolados en embarcaciones pesqueras, sino «a todo el personal que ejerza funciones profesionales marítimas en los buques civiles, así como a aquellos a los que se les confían tareas de seguridad o de prevención de la contaminación relacionadas con las operaciones del buque».
Esa titulación tiene como cometido instruir al marinero que trabaja a bordo de un barco en cómo debería actuar en una serie de situaciones que pueden darse en el día a día del trabajo en el mar. Se trata de saber reaccionar en casos como la caída de una persona al agua, la detección de humo o fuego en algún punto del barco, ante el sonido de una alarma de incendios o en el supuesto de que haya que abandonar el buque.
También se enseña al trabajador a identificar los puestos de reunión y embarco, así como las vías de evacuación en caso de emergencia y a encontrar y emplear los chalecos salvavidas.
En esos cursos de seguridad también se muestra al alumno cómo dar una alarma y conocer el uso de los extintores portátiles para atajar incendios y cerrar y abrir las puertas cortafuegos instaladas en el barco y que son distintas de las aperturas del caso.
Formación básica es también saber qué medidas hay que tomar en caso de accidente o cualquier otra emergencia de carácter sanitario antes de pedir asistencia médica a bordo.
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