El Ministerio de Sanidad ha elaborado un informe sobre campos electromagnéticos que concluye que los teléfonos móviles y sus antenas no entrañan riesgos para la salud y que no es necesario cambiar los límites de emisión contemplados actualmente en la legislación española.
El informe, realizado por un comité de expertos integrado por diez científicos nacionales e internacionales, actualiza otro informe anterior elaborado por el mismo comité, y señala que “no existen razones científicas o sanitarias suficientes que justifiquen una modificación de los límites de exposición a los campos electromagnéticos”.
Asimismo, los expertos del comité de Sanidad asumen las conclusiones del Comité Científico Director de la UE en Toxicología, Ecotoxicología y Medio Ambiente, que asegura que “no se ha obtenido evidencia de efectos cancerígenos” de los móviles y las antenas “en niños o adultos a partir de los estudios epidemiológicos”.
El documento también respalda las conclusiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que manifestó el año pasado que “ningún estudio permite concluir que la exposición a campos electromagnéticos de radiofrecuencias emitidas por teléfonos móviles o sus estaciones base tengan algún peligro para la salud”.
En cuanto a las ordenanzas municipales en contra de las antenas de telefonía móvil, los expertos indican que la tecnología de la telefonía móvil “no aconseja el alejamiento de las antenas de los núcleos urbanos”, ya que “un mayor distanciamiento implicaría necesariamente un incremento significativo de la potencia de emisión de las antenas y de los teléfonos para mantener la cobertura”.
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