El 27 por ciento de las mujeres trabajadoras andaluzas se automedica con analgésicos, reconstituyentes o estimulantes, según un estudio elaborado por la Federación de Comunicación y Transporte de CCOO, titulado Salud laboral: diferencia de género, que se ha presentado en Sevilla. Los principales riesgos que sufre la mujer trabajadora se refieren al ámbito psicosocial.
Para los coordinadores del trabajo, el estrés y la presión laboral provoca que la automedicación sea una práctica común en las mujeres.
El 14 por ciento de las trabajadoras encuestadas en el estudio presenta problemas para dormir, el 12 por ciento tiene una continua sensación de cansancio, el 20 por ciento sufre dolores de cabeza y el 11 por ciento manifiesta estar en tensión.
Espalda y cuello
En cuanto al aspecto físico, el estudio expone que la mayoría de las dolencias se concentran en espalda y cuello. De esta forma, el 65 por ciento de las mujeres trabajadoras presenta dolor en nuca y cuello (40 por ciento de hombres), el 73 por ciento en la espalda y el 22 por ciento padece problemas oculares, frente al 13 por ciento de los hombres.
Estas lesiones provienen del exceso de trabajo y la posición en la que lo realizan. Los trastornos músculo-esqueléticos más frecuentes en las mujeres son: artritis, reumatismo, síndrome del túnel carpiano, inflamación de las articulaciones, tendinitis, bursitis, epicondilitis, artritis y reumatismo conjuntamente en una cuarta parte de las mujeres. Además, presentan otras lesiones en menor medida como contactos eléctricos.
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