Lla OMS ha efectuado un examen metódico de la guía sobre el equipo de protección personal (EPI) para los trabajadores sanitarios y la está actualizando en el contexto del brote actual.
Mediante la actualización de la guía se pretende explicar y normalizar las diferentes opciones del EPI que son efectivas y seguras en la protección de los trabajadores sanitarios y los pacientes, y ofrecer información para la adquisición de reservas de EPI.
La guía parte de un examen de la información sobre el uso del EPI durante el cuidado de pacientes presuntos o confirmados de enfermedad por el virus del Ebola. En el Grupo encargado de la elaboración de la guía convocado por la OMS participaron diferentes expertos procedentes de países desarrollados y en desarrollo, y organizaciones internacionales como los Centros de los Estados Unidos para el Control y la Prevención de Enfermedades, Médicos sin Fronteras, la Red Africana para el Control de las Infecciones y otros.
«La guía desempeña una función importante, puesto que explica los diferentes artículos del equipo de protección personal que protegen con eficacia la seguridad de los trabajadores sanitarios y pacientes contra la transmisión de la enfermedad por el virus del Ebola», observa Edward Kelley, Director del Departamento de la OMS de Prestación de Servicios y Seguridad. «Para que la guía sea eficaz, es primordial incluir formación obligatoria sobre la forma adecuada de ponerse, quitarse y descontaminar el EPP, junto con consejos que todos los usuarios deben observar para poder dedicarse a la atención clínica».
Los expertos convinieron en que lo más importante es disponer de equipos de protección que protejan las mucosas (boca, nariz y ojos) de las gotículas y líquidos contaminados. Dado que hay constancia de que las manos transmiten patógenos a otras partes del cuerpo, y también a otras personas, la higiene de manos y los guantes son fundamentales para proteger al trabajador sanitario y para prevenir la transmisión del virus a otras personas. Se consideró también que la protección facial, el calzado protector, las batas o los trajes protectores completos y el gorro eran fundamentales para prevenir la transmisión a los trabajadores sanitarios.
Es necesario realizar más investigaciones para recabar datos y experiencias científicas sobre el terreno en estudios sistemáticos, con objeto de comprender la razón de que algunos trabajadores sanitarios se infecten en el brote actual e incrementar la atención clínica efectiva. La OMS tiene el firme compromiso de colaborar con asociados internacionales en el asunto para sentar las bases científicas necesarias.
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