Según estadísticas reveladas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) mueren 5 mil personas cada día por accidentes o enfermedades vinculadas al trabajo, o sea alrededor de 2 millones por año.
Esta agencia de la ONU detalla que por cada accidente fatal hay que contar además entre 500 y 2 mil lesiones profesionales que no producen la muerte, añadiendo otras 100 enfermedades a las que ocasionan el fallecimiento de un trabajador, y que afectan a la población activa de la humanidad, obligando a quienes las padecen a ausentarse de sus empleos.
Agrega la OIT que estos datos fueron recogidos en el año 2000, valorando que significan un aumento a los que se venían dando desde 1990, a raíz de un incremento del número de cánceres y enfermedades respiratorias de origen profesional, a pesar de una disminución de las muertes accidentales en los países ricos y un leve aumento de las mismas en los países en vías de desarrollo.
Integrada por representantes de trabajadores, patrones y gobiernos, la OIT impulsa desde su sede central en Ginebra acuerdos tripartitos para mejorar las condiciones laborales, de allí su interés en solucionar los problemas derivados de los accidentes y enfermedades contraidas en los lugares de trabajo. Al margen de las cifras de mortalidad consignadas, la OIT calcula en 270 millones los trabajadores que se accidentan por año, y en 160 millones los que se enferman de un mal de procedencia profesional.
La principal causa de muerte descubierta por la OIT es el cáncer, que aniquila 640 mil trabajadores por año, 32 por ciento de la totalidad de los fallecimientos por estos motivos, mientras que 23 por ciento se debe a males circulatorios, 19 por ciento a accidentes, y 17 por ciento a enfermedades transmisibles. El amianto produce 100 mil muertes cada año y unos 12 mil menores pierden sus vidas trabajando en condiciones peligrosas.
La OIT enfoca como los rubros más peligrosos el sector agrícola, que ocupa exactamente a la mitad de la mano de obra activa en el mundo. Además, la pesca, la explotación minera, las catastrofes industriales, ante los estallidos de las teconologías fuera de control, con sus secuelas de espectaculaes incendios y explosiones, principalmente por la falta de información sobre los utesillos que deben manejarse y los productos que se manipulan.
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