La Inspección de Trabajo de Araba ha impuesto a una empresa un recargo de prestaciones del 30% a un trabajador enfermo por haber estado expuesto al amianto. Al operario, que trabajaba como litógrafo en esta empresa se le reconoció como enfermedad profesional el mesotelioma que padece, derivado de inhalar amianto, según informó Comisiones Obreras.
Las posteriores investigaciones han demostrado que, pese a las ordenes escritas “Reparar amianto de la tapa del horno” a principios de 2005, dicho riesgo no se contemplaba en la evaluación de riesgos higiénicos de la empresa, ni se realizaba vigilancia médica específica a los trabajadores en relación al riesgo de amianto.
El trabajador afectado por una incapacidad absoluta por enfermedad profesional realizaba todo tipo de labores de reparación del horno, con paneles de amianto, cortando, ajustando y manipulando placas de amianto, sin protección alguna de sus vías respiratorias.
Tras 105 reconocimientos específicos de amianto, realizados posteriormente, otro trabajador ha sido diagnosticado por placas pleurales derivadas del amianto y otro con cáncer de pulmón.
La resolución recoge correctamente la opinión de expertos, sobre las dificultades para establecer valores límites seguros de exposición, pues no garantiza que una pequeña exposición no pueda derivar en un mesotelioma pleural grave. Por tanto, no resultando elevada la exposición desde el punto de vista cuantitativo, resulta de especial peligrosidad por el lugar y el modo de contacto.
En cualquier caso, señala que se debía haber informado y los trabajadores tenían que haber pasado un reconocimiento médico trianual, obligaciones que fueron incumplidas, dictando acta de infracción con recargo del 30% de las prestaciones al enfermo.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
