La disponibilidad de una nueva tecnología rentable y muy precisa para la detección de gases significaría entornos más seguros y limpios en la industria, en los espacios públicos y, a largo plazo, incluso en los espacios privados.
Hay distintos tipos de gas que pueden resultar beneficiosos desde los puntos de vista energético e industrial, pero que también pueden resultar dañinos para la salud si no se procesan, distribuyen y emplean de manera correcta. Los protocolos de seguridad aplicados en los espacios públicos, trátese de hospitales o fábricas, por ejemplo, están basados en sistemas de detección de gases que actualmente siguen presentando limitaciones.
El proyecto financiado con fondos europeos S3 («Ionización de superficies en sensores de gas nano-MOX dotados de mayor selectividad, sensibilidad y estabilidad para la detección de concentraciones bajas de agentes tóxicos y explosivos») está en marcha con el cometido de mejorar los sistemas de detección de gases. En concreto, desarrolla tecnologías pioneras de detección de gases más sensibles y al mismo tiempo más rentables.
El proyecto es fruto de una asociación entre entidades rusas y de la UE. Ello requiere el desarrollo de capas detectoras innovadoras basadas en nanocables de óxido metálico y superficies capaces de detectar nanomateriales y moléculas con mucha mayor rapidez.
Estos detectores compactos de bajo coste y bajo consumo energético se pueden emplear para controlar la concentración de gases y la presencia de toxinas en muchos ámbitos, incluidos la aeronáutica, la seguridad nacional, las centrales energéticas y las plantas químicas.
Hasta la fecha el equipo del proyecto ha definido todos los requisitos y las especificaciones correspondientes a unos prototipos de los sensores, además de estudiar la viabilidad práctica del concepto. Se ha trabajado en la tecnología de filtrado, capas sensibles, nanocables de óxido metálico y procesos de deposición de vapor. Para el desarrollo de la nueva tecnología se realizan tareas de ingeniería molecular con superficies, estructuras poliméricas, sustratos cerámicos y sustitutos de hidrocarburos.
El concepto se está sometiendo a pruebas rigurosas para asegurar su eficiencia y viabilidad en el mercado y se proyecta la posibilidad de construir versiones de los nuevos detectores a escala extremadamente reducida. Los resultados con la tecnología de S3 se han difundido en importantes revistas científicas y han suscitado un interés considerable. Una vez se ponga en práctica, podrá resultar de gran utilidad para la industria y la sociedad en general.
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