La mayoría de los niños cuyos padres sufren “mobbing” o acoso psicológico en el trabajo presentan algún tipo de problema que requiere ayuda de un profesional, según aseguró ayer el doctor José Luis Jiménez Hernández, responsable del Departamento de Psiquitría del Hospital Doce de Octubre de Madrid.
En este sentido, explicó que el “maltrato” laboral que sufren los padres se traduce en ansiedad, estrés o depresiones que posteriormente repercuten “lógicamente en el comportamiento de los hijos”. De hecho, gran parte de estos chicos empiezan tener el estado de ánimo bajo y problemas escolares, descuidan sus obligaciones y están “poco centrados”.
Según el especialista, esta reacción de los niños se debe a que “buscan la protección de los padres y, al ver que éstos no pueden evitarlo, empiezan a deprimirse”. No obstante, no significa que todos necesiten tratamiento, aunque una asesoría psicológica bastaría para mejorar la situación.
Por otro lado, el doctor Jiménez Hernández destacó la importancia de crear la especialidad de psiquiatría pediátrica en España, ya que actualmente no existen unidades específicas que traten estos problemas, sin que sólo están las de psiquiatría y de pediatría, que funcionan por separado.
Por su parte, el Colegio de Médicos de Madrid puso en marcha una asociación española contra el acoso psicológico en el trabajo para ayudar a quienes padecen este problema.
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