Un joven de 26 años, Fabián Carlos R. B., murió ayer, alrededor de las 15.30 horas, como consecuencia de un accidente laboral ocurrido en la misma carretera de Manacor. El percance tuvo lugar en unas obras en las que trabajaba situadas a la altura de la desaladora.
Al parecer el joven, cuya identidad no ha sido facilitada, regresaba de comer con un compañero en una de las excavadoras de la empresa. El trabajador fallecido viajaba de pie agarrado a una de las puertas del vehículo. Se especula que cayó de la excavadora a causa de un movimiento brusco, si bien se ha abierto una investigación para esclarecer qué motivó el fatal accidente.
Al caer, el joven se golpeó fuertemente en la cabeza. El traumatismo sufrido finalmente le causó la muerte.
Hasta el lugar del accidente se trasladaron ambulancias del Insalud-061, pero el personal sanitario no pudo hacer nada por salvar la vida del joven trabajador.
En la obra se personó el Director General de Trabajo, Fernando Galán, para interesarse por el alcance del accidente. El operario había llegado a Mallorca desde Granada hacía poco tiempo.
Sobre las 18.00 horas, el juez se trasladó al lugar de los hechos para ordenar el correspondiente levantamiento del cadáver. El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense.
Por otro lado, a las 8.15 horas de ayer se derrumbó la fachada derecha del Hostal Gili de Cala Rajada. El desplome del muro afectó a los cuatro balcones que miran al mar de este edificio del Hostal, según informó la Policía Local de Cala Rajada.
Las personas alojadas en el edificio afectado fueron trasladadas a los otros dos edificios del Hostal Gili, sin que hubiese ningún herido entre los huéspedes. Un agente de la Policía Local de Cala Rajada fue el único herido, precisó nueve puntos de sutura en la cabeza.
Todavía se desconocen las causas del derrumbe. Fuentes de la Conselleria de Turisme indicaron que el hostal había sido reformado recientemente, en 1999.
Aunque, en esta ocasión, no se tuvieron que lamentar víctimas mortales, el derrumbamiento de ayer se suma a los ocurridos en las Islas en los últimos meses.
El más dramático ocurrió a finales de enero. El desplome del Hotel Tívoli, en la Playa de Palma, se saldó con la muerte de dos personas y cinco heridos. En octubre del año 2000, se derrumbaron dos de las tres plantas del hotel Picafort Park, del que se salvaron milagrosamente 54 turistas británicos.
El pasado mes de diciembre se cayó una casa del casco antiguo de Ciutadella, construida en los años 60. En julio de 2000, los apartamentos Sunwig Resort, en el Port d’Alcúdia, se desplazaron hacia un lado. Los bomberos tuvieron que proceder a su derrumbe parcial.
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