Un joven francés, despedido este verano por sustituir el clásico pantalón largo por unas cómodas y, sobre todo, más frescas bermudas para ir al trabajo, ha iniciado una batalla legal para ser readmitido o indemnizado, en el peor de los casos.
Vestirse con bermudas y camisa para ir al trabajo cuando aprieta el calor no siempre es una buena idea. Al menos, es lo que pudo comprobar en sus propias carnes el técnico Cédric Monribot, de 29 años.
El llevar pantalones por encima de la rodilla y ser reincidente en sus costumbres indumentarias, pese a la llamada de atención de sus superiores, fue la falta que le ha puesto de “patitas” en la calle desde junio pasado.
Considerado hasta entonces un empleado “modélico”, de nada sirvió en su descargo haber sido ascendido poco antes por sus buenos servicios, que le valieron, incluso, un aumento de sueldo.
Sorprendido y molesto por la decisión de la dirección de su empresa, especializada en decodificadores de la compañía francesa de equipamientos de equipos electrónicos y telefonía móvil Sagem en Saint-Étienne-du-Rouvray (cerca de Rouan, norte), que le contrató en octubre pasado, el joven ha emprendido el camino de la Magistratura de Trabajo.
Vestimenta no adecuada
Según Monribot, el pasado 21 de mayo “hacía calor y me puse unas bermudas. Esa misma tarde, un jefe vino a decirme que mi vestimenta no era la adecuada. Le respondí que ni el reglamento interno ni el convenio colectivo me obligaban a llevar pantalón”.
Como al día siguiente la temperatura seguía alta, el joven, que se queja de haber sufrido “presiones de la jerarquía”, “trato discriminatorio” y ver vapuleada su libertad individual, se volvió a enfundar las fatales bermudas.
A partir de ese momento, según Monribot, comenzó el “acoso”: “primero fueron los comentarios de mi superior jerárquico, después las recomendaciones del director de recursos humanos. Luego, llegaron los correos electrónicos, a los que respondí por e-mail. Siguió una conversación en su despacho y a finales de junio recibí la carta de despido, con un preaviso de dos meses”, lo cual no hace efectivo su despido hasta el próximo día 25, puntualizó el joven francés, quien, al defender su caso ante la Magistratura de Trabajo de Rouen, mantuvo que “no he sido contratado como modelo, sino como técnico”.
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