J. BALAGUER. /COLPISA. MADRID
Las radiaciones emitidas por los teléfonos móviles, los microondas, los secadores de pelo o la proximidad a entornos radiactivos fuertes como aeropuertos producen, según un estudio realizado por el ingeniero de Telecomunicaciones Pedro Costa Marina, efectos «muy nocivos para la salud», como estrés, insomnio o alteraciones importantes en el sistema circulatorio y digestivo.
En general, los órganos más afectados son el sistema nervioso central, el sistema circulatorio, el sistema digestivo y las glándulas endocrinas. Del mismo modo, estas emisiones producen en ocasiones perturbaciones en los biorritmos cerebrales que conducen a alteraciones del sueño y obstaculizan el transporte del calcio en el organismo. De esta forma se incide, a juicio del profesor Acosta, «en numerosas funciones fisiológicas esenciales».
Según el estudio, son muchos los indicios de que los campos electromagnéticos de muy alta frecuencia dañan el ADN, algo que ha sido ya experimentado con animales.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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