TARRAGONA.- Escasa participación ciudadana en el simulacro de accidente químico en Tarragona.
Dieciocho minutos tardó ayer la hipotética nube de acrilonitril, un líquido tóxico y altamente inflamable, en llegar desde el punto de fuga a los núcleos de población más cercanos. Desde el momento en que se inició el accidente químico en la factoría de la empresa BASF de Tarragona hasta el aviso a la población pasaron 10 minutos. Y en ese escaso tiempo los ciudadanos sólo debían confinarse, la principal medida de autoprotección ante un accidente químico que recomiendan las autoridades y que, la mayoría de la población afectada, no cumplió.
El simulacro de fuga tóxica que se realizó ayer en Tarragona y que afectaba a 12.000 vecinos ha tardado diez años en ejecutarse desde la redacción del Plan de Emergencia Exterior del Sector Químico de Tarragona (PLASEQTA) y casi siete desde que se inició la campaña de información a la población. Según los datos facilitados por los organismos participantes en la falsa emergencia, el simulacro del accidente químico movilizó 39 vehículos y 202 efectivos, entre los diferentes cuerpos de bomberos.
El simulacro se inició a las 15 horas y 33 minutos con la supuesta fuga de acrilonitril que afectaba al exterior de la fábrica y 10 minutos después sonaron las cuatro sirenas que cubren la zona de la población afectada, después de que las autoridades sopesaran la gravedad del accidente. Veinte minutos después, la Dirección General de Emergencias y Seguridad Civil anunciaba que la fuga estaba ya controlada.
Desde la Delegación de la Generalitat en Tarragona, la valoración fue prudente, aunque optimista. Una valoración tan sólo un hora después de que finalizara el simulacro apuntaba a un importante éxito de participación de población y algunas deficiencias en el sistema de sirenas, que se corregirán con la utilización de megafonía móvil. La nota más destacada fue la participación de las escuelas de los barrios de La Canonja y Bonavista, cuyos alumnos y profesores siguieron en todo momento las instrucciones que aconseja Protección Civil en caso de emergencia química. El éxito conseguido en los colegios, que reciben periódicamente a los técnicos de Protección Civil, sirvió para demostrar a los padres que no deben ir a buscar a sus hijos, ya que éstos son debidamente confinados.
A pesar de que Cataluña y Tarragona en particular son pioneras en España en trazar un plan de emergencia y una campaña informativa a la población, que no ha dejado de hacerse en siete años, la realización de un simulacro con la participación de ciudadanos afectados ha sido la principal carencia del PLASEQTA. Tan sólo la población de Flix participó en lo más parecido a un simulacro, tras la fuga de cloro que se produjo desde la fábrica de Erkimia en enero de 1996.
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