• Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Noticias
  • Tiempo de lectura:5 minutos de lectura

Dolor, susto, pánico e indignación eran los sentimientos que reflejaban, a última hora de ayer, los 98 pasajeros del barco Princesa Teguise, propiedad de la compañía Transmediterránea, que sufrió un grave accidente a la altura de La Isleta, cuando navegaba rumbo a la vecina isla de Tenerife. Más de cuarenta viajeros tuvieron que ser evacuados en ambulancia hasta distintos centros hospitalarios de la capital Gran Canaria, en una operación que se prolongó por espacio de casi tres horas desde que el buque arribara de nuevo al Puerto de La Luz sobre las 19:00 horas. Los damnificados más graves presentaban traumatismos, contusiones, luxaciones y crisis de ansiedad, entre los hospitalizados se encontraban dos niños. Mientras que cuatro integrantes de la tripulación del buque también precisaron asistencia sanitaria.

El Princesa Teguise inició la desafortunada travesía a las 17:00 horas de la tarde y apenas quince minutos más tarde se producía la ruptura del ala de popa de la nave, lo que provocó que los pasajeros salieran despedidos desde sus asientos. Luis Soria, delegado en Canarias y Cádiz de la Compañía Transmediterránea, expresó a los medios de comunicación que el siniestro se produjo a raíz de un fallo técnico, añadiendo que la investigación abierta permitiría precisar el origen.

Soria insistió en que el Princesa Teguise fue sometido a la correspondiente revisión en noviembre del pasado ejercicio, fecha en que fue varado para ser sometido a la inspección técnica. Varios pasajeros manifestaban haber visto un contenedor o especie de balsa flotando en alta mar, mientras otros referían que la embarcación pudo haber colisionado contra un cetáceo, como ya ha ocurrido en ocasiones anteriores.

El ala de popa se rompió justo cuando la embarcación había alcanzado una velocidad de cuarenta y dos nudos, equivalente a setenta y nueve kilómetros por hora. Por lo que la avería técnica provocó una caída del jet foil que de imprevisto sufrió un frenazo a cero. La compañía Transmediterránea envió un barco remolcador hasta el lugar del accidente, procediéndose al arrastre hasta el Puerto de La Luz y de Las Palmas del jet foil.

Sobre las 19:00 horas de la tarde de ayer salía del buque siniestrado el primer pasajero, tras una dificultosa maniobra de atraque. Precisamente, una niña de cuatro años fue la primera en salir en brazos de un pasajero que la depositó en una de las camillas sanitarias. Mientras que la madre de la menor permanecía en el interior a la espera de ser evacuada, puesto que sufrió varias heridas. Luis Soria confirmó posteriormente que la niña se encontraba en observación hospitalaria, pero que inicialmente su estado no revestía preocupación. Según el Cecoes, tres de los afectados presentaban heridas de mayor consideración de carácter menos grave. La pasajera más grave sufrió rotura de ambas piernas.

Escenas de angustia y ansiedad en el Puerto de La Luz

El pasaje protagonizó escenas de angustia y llanto por los momentos previos vividos. Mientras que el nerviosismo también se hizo patente entre los numerosos familiares y amigos que se dieron cita en las instalaciones de ‘Transmeditárrea’, incluso mucho antes de que el buque tomara tierra.

La mayoría del pasaje echó mano del teléfono móvil cuando aún se encontraban en alta mar para avisar sobre el incidente a sus seres queridos.

El Puerto de La Luz era un continuo trasiego de ambulancias y personal de emergencia que no daban abasto a evacuar heridos. Concretamente, nueve pasajeros fueron trasladados hasta la Clínica Perpetuo Socorro, 14 a la Clínica Santa Catalina, ocho hasta la Clínica de San Roque, un herido al Centro de Salud del Puerto, tres heridos al Hospital Doctor Negrín, una niña que presentaba heridas de carácter menos grave fue evacuada al Hospital Materno Infantil y cuatro hasta el Hospital Insular. No obstante, otras personas se vieron afectadas por hematomas y contusiones de menor consideración.

Críticas sobre la puesta en marcha de las medidas de emergencia

Varios pasajeros descendieron indignados del buque accidentado, vertiendo críticas contra la tardanza en la llegada de los equipos de emergencia. Criticaban que casi dos horas después de ocurrido el siniestro accediera hasta la nave, que aún se encontraba en alta mar, un médico, un enfermero y tres técnicos que habían sido trasladados por la embarcación de Salvamento Marítimo Salvamar Bentayga. Tras el brusco impacto salieron violentamente despedidos todos los pasajeros, incluso aquellos que iban se encontraban en sus asientos provistos del cinturón de seguridad. Uno de los afectados lamentaba que el botiquín de a bordo sólo portara aspirinas infantiles, “no encontrándose ni siquiera un antiinflamatorio”. Otros alegaban que la evacuación se prolongó demasiado tiempo.

Luis Soria reseñó que el botiquín de la embarcación cumplía con la legislación vigente y que “incluso se envió un remolcador privado para que la evacuación fuese más rápida. Además hasta el lugar de los hechos también se trasladó un helicóptero con el propósito de evacuar a los heridos más graves, pero al final se desechó esta operación aérea al entender que se corría demasiado riesgo”. El delegado de Transmeditárrea aclaró que la compañía asumiría todos los gastos ocasionados con respecto a los heridos.

0 0 votos
Valoración

La Provincia - Diario de las Palmas

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios