Un obrero de 31 años que cayó ayer por el hueco de un ascensor, desde una altura de unos 20 metros, permanecía al cierre de esta edición en coma inducido -dormido, para ayudar a que no haya daño cerebral- y con respiración mecánica en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Clínico. Su pronóstico era muy crítico, debido principalmente a la fractura craneal. Además, entre otras lesiones, tenía un traumatismo medular, aunque no presentaba afectación importante de la médula, según fuentes del centro hospitalario.
El accidente se produjo poco antes de las doce del mediodía en un inmueble en construcción situado en el número 35 de la calle de Zaida, en el distrito de Carabanchel, según informó un portavoz de Emergencias Madrid. El obrero estaba procediendo a subir cemento a los pisos superiores del edificio mediante una especie de polea, que se desprendió y cayó por el hueco del ascensor, arrastrando al trabajador.
El operario, que no perdió la consciencia, fue atendido en el hueco del ascensor por facultativos del Samur-Protección Civil, que tuvieron que trabajar en condiciones muy difíciles debido a las reducidas dimensiones del lugar. Una vez estabilizado, el herido fue rescatado por bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que lo subieron hasta el exterior, también con mucha dificultad. El trabajador ingresó luego en el Hospital Clínico, donde su estado empeoró a lo largo de la tarde.
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