Las empresas de trabajo temporal (ETT) no levantan cabeza. Un raid de la Inspección de Trabajo, que ha concluido con sanciones a 34 ETT por cometer irregularidades en los contratos, se ha añadido al estancamiento del volumen de actividad de estas empresas al perder la etiqueta de contratación barata.
Los trabajadores que prestaban sus servicios a través de las ETT sancionadas –con multas de hasta medio millón de pesetas– no sabían cuánto cobrarían o percibían un salario por debajo del legal, ignoraban la jornada diaria o desconocían los riesgos laborales que afrontaban.
DENUNCIAS Éstas son algunas de las irregularidades que detectó el sindicato UGT en un “minucioso proceso de revisión de más de 3.000 copias básicas de contratos de trabajo” registradas en oficinas de Treball de la Generalitat (antiguo Inem), que posteriormente denunció ante la Inspección de Trabajo de Barcelona, Lleida y Tarragona el año pasado.
Tras las investigaciones, el balance provisional hasta ahora es de 36 actas de infracción contra 34 ETT, algunas con varias irregularidades detectadas en más de una provincia. La caza de UGT ha atrapado a todo tipo de compañías de trabajo temporal, desde grandes multinacionales que facturan miles de millones a pequeñas empresas que están muy especializadas y que operan en territorios limitados.
COTIZACIONES PENDIENTES En Barcelona, donde aún falta por esclarecerse alguna resolución, los inspectores han levantado 16 actas de infracción, han emitido 21 requerimientos o advertencias de subsanación de irregularidades y un acta de liquidación de cotizaciones a la Seguridad Social pendientes.
El balance definitivo en Tarragona ha finalizado con 17 actas de infracción y 8 requerimientos de subsanación. En Lleida se han contabilizado tres actas de infracción y un requerimiento de subsanación.
Àlex Grau, coordinador de esta campaña de UGT, lamenta el desfase que existe en la normativa sobre sanciones laborales, que provoca que algunas empresas reciban una multa máxima de medio millón de pesetas a pesar de haber cometido varias irregularidades.
La Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT), una de las patronales del sector, afirma que no teme a Inspección de Trabajo porque las compañías adheridas se comprometen a respetar un código ético de conducta, según subraya Alfredo Saceda, portavoz de la organización.
DERECHOS En ese documento se especifica que los trabajadores tienen derecho a saber la remuneración, la jornada, las tareas encomendadas y la duración estimada del contrato. “Las ETT están muy controladas y han de ofrecer más garantías que otras empresas”, añade.
Sin embargo, entre las 34 empresas sancionadas se encuentran algunas de las firmas que forman parte de la patronal AGETT por no hacer constar en el contrato alguno de los puntos a los que se comprometían y a los que les obliga la ley.
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