Los equipos de rescate han encontrado los cuerpos de dos de los tripulantes del pesquero O Bahía, hundido anoche en el entorno de las islas Sisargas, en la costa de A Coruña. Los cadáveres han aparecido en la misma zona donde ya se encontraron restos del naufragio.
Según fuentes de Salvamento Marítimo, los equipos de rescate avistaron los cadáveres poco después de amanecer, en la zona cercana a las islas Sesargas.
Según el patrón mayor de la cofradía de Redondela, Fernando Saavedra, los desaparecidos son Leopoldo Couto Álvarez, vecino de Rande; Jaime Miguélez Díaz y Antonio Sánchez Cobián, ambos originarios de Redondela; Manuel Refojo Sousa, natural de Nigrán, y Enrique Díaz Vázquez, perteneciente a la parroquia de Chapela.
Entre los marineros se encuentran también Antonio Domínguez Baulo, de Cambados; Luis Monteagudo Martínez, José Antonio Andreu Castro, y el patrón y armador del barco, Ermindo Castro Veira, los tres vecinos de Cesantes, y Juan Antonio Cordero Novas, de Cangas.
Los servicios de emergencia desplegados en la zona, entre los que se encuentran efectivos de Salvamento Marítimo y de la Xunta de Galicia, iniciaron el rastreo de la zona nada más activarse la radio baliza que llevaba el barco, cuya tripulación pertenece a las cofradías pontevedresas de Cangas y Redondela.
El primer helicóptero que llegó a la zona del siniestro, el Helimer de Salvamento Marítimo con base en A Coruña, fue el que localizó los primeros restos del buque, entre los que se encontraron chalecos salvavidas, bombonas y cajas vacías. Además, se han hallado los restos de la radio baliza cuatro millas al oeste de las islas Sisargas.
A las 4.30 horas el helicóptero Pesca I ha localizado restos de aparejo de pesca de cerca que podrían pertenecer al barco hundido, y los efectivos de rescate tratan ahora de buscar a los tripulantes en esa zona.
Actualmente trabajan en la búsqueda de los náufragos helicópteros de la Xunta,de Salvamento Marítimo, dos patrulleras de la Guardia Civil, el buque de salvamento Altair y dos barcos de la Armada.
Varias embarcaciones que se encontraban en el sur del litoral gallego se han desplazado hacia las islas Sisargas, en la Costa da Morte, con el fin de intensificar el rastreo. Mientras, miembros de Protección Civil de las localidades coruñesas de Malpica y Ponteceso buscan en tierra supervivientes.
El subdirector general de Salvamento Marítimo y Lucha contra la Contaminación de la Xunta de Galicia, Manuel Chan, ha explicado a elmundo.es que el dispositivo de rescate ha estado efectivo durante toda la noche “con la esperanza de encontrar con vida a los desaparecidos”.
Los responsables de las cofradías de Redondela y Cangas mantienen informadas a las familias de los marineros desaparecidos, quienes, según han explicado, han recibido la noticia con “fuerte conmoción”. También los vecinos se encuentran consternados por el suceso.
Aunque se desconoce la causa concreta del naufragio, el mal tiempo podría haber influido. En la zona del siniestro se registra en estos momentos una fuerte marejada, con viento del nordeste de fuerza siete a ocho.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, está siendo informada “permanentemente” sobre el naufragio. El delegado gubernamental en Galicia, Manuel Ameijeiras, ha hablado con ella en varias ocasiones esta madrugada.
La Delegación del Gobierno ha puesto a disposición de los familiares de los marineros desaparecidos un autobús para trasladarse a la zona del siniestro y poder colaborar en las tareas de búsqueda.
El barco, fletado por el armador Ermindo Castro Veiga para la pesca de anchoa, regresaba de faenar en Euskadi, y había hecho su última escala en la localidad lucense de Burela. La embarcación accidentada tenía cinco años y estaba construida en hierro.
La flota de cerco de Redondela ha regresado esta madrugada al puerto de Vigo, donde permanecerá amarrada en solidaridad con los desaparecidos.
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