Técnicos forales detectaron la grieta de la cornisa que el pasado día 26 mató a un operario junto al edificio de oficinas técnicas de la Diputación hacia las ocho de la mañana, es decir, unas tres horas antes de que se produjera el fatal accidente. Así lo explicó ayer el jefe del servicio de Arquitectura de la Administración alavesa, Julio Herrero.
Acompañado del diputado de Obras Públicas y Urbanismo, Herrero explicó en las Juntas Generales las causas que provocaron la muerte de Jesús Calvo, trabajador de la empresa Transportes y Bombeos. El técnico foral indicó que dos meses antes del accidente se percataron de la existencia de una fisura de ocho milímetros que «no hacía pensar en un riesgo». Dos días antes del desprendimiento de la cornisa, percibieron que «se había abierto algo», pero no creyeron que supusiera «peligro». Sin embargo, a primeras horas de la mañana del día 26 se observaron la apertura de una grieta considerable y solicitaron la presencia del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento.
Preguntas de Batasuna
Los bomberos, al no poder acceder con sus equipos a la fachada, aconsejaron la contratación de una grúa para «sujetar» la cornisa o «desprenderla». No dio tiempo. Se desplomó desde 20 metros cuando Calvo bajó de la plataforma elevadora y se situó en la zona no acordonada.
Las explicaciones no disiparon las dudas de Batasuna sobre la responsabilidad de la Diputación. El grupo radical planteará una serie de preguntas para esclarecer el accidente, una vez que se disponga de los informes judiciales y del Gobierno vasco.
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