El cuidado de la voz no es algo exclusivo de los grandes tenores. La docencia se convierte, durante muchos días, en una “guerra” en la que la única arma eficaz es elevar la voz, gritar para acallar a un grupo de alumnos incontrolables.
Las secuelas de estas batallas diarias que duran hasta cinco horas seguidas son notables: el 40% de las bajas que sufre los 100.000 profesores que dan clase en Andalucía se deben a problemas de afonía, una dolencia a la que en la mayoría de los casos no se le da tratamiento adecuado, por lo que termina agravándose con el trascurso del calendario escolar.
En Granada, por ejemplo, 4.000 profesores son víctimas de esta circunstancia. Los maestros andaluces, sin embargo, dispondrán pronto de un remedio para poner freno a sus problemas de afonía. No se trata de hierbas ni pócimas raras, sino del futuro laboratorio-observatorio de I+D+i del Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud (PTS).
Este edificio, que según los responsables del PTS trabajará a pleno rendimiento dentro de dos años, se convertirá en el centro de prevención de riesgos laborales “más moderno y relevante del sur de Europa”, según aseguraron fuentes del Parque Tecnológico de la Salud.
Entre su próxima “clientela” tendrán atención especial los profesores andaluces, ya que un centenar de ellos pasarán semanalmente por el laboratorio para “aprender recursos que les permitan no forzar y , al mismo tiempo, educar la voz”, según explicaron.
Estos cursos contarán, además, con la participación de expertos logopedas.
No será, en cualquier caso, la única función de un laboratorio que también gestionará proyectos de I+D+i y fomentará el registro de patentes que resulten de la investigación.
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