• Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Noticias
  • Tiempo de lectura:3 minutos de lectura

M.V.M. tenía 38 años. Aunque nació en Rianxo, hace tiempo que se había trasladado al vecino concello de Catoira, donde habitaba. Ayer, perdió la vida en un accidente laboral ocurrido mientras trabajaba en la construcción del nuevo enlace del puerto de Vilagarcía con la AP-9. Una roca, que salió proyectada a raíz de una de las voladuras con la que se hace avanzar el trazado de la vía, lo golpeó causándole la muerte prácticamente en el acto.

En el momento en el que las explosiones desencadenaron la tragedia, la víctima se hallaba en la cabina de una excavadora. Era la una de la tarde y, pese a las medidas de control habilitadas para estas tareas, una de las piedras desprendidas cobró tal velocidad que destrozó el parabrisas del aparato, alcanzando de lleno al obrero en el tórax. Aunque una ambulancia del 112 se trasladó inmediatamente al escenario del accidente, los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por salvar su vida.

El siniestro aconteció en el lugar de Santa Mariña, perteneciente a la parroquia de Cornazo, muy cerca de uno de los principales viaductos que jalonan el vial portuario. No es la primera vez que las voladuras suscitan la atención de los vecinos de la zona, que han protestado en diferentes ocasiones por los efectos de las explosiones. Hasta el punto de que la Consellería de Industria llegó a paralizar las obras a instancias del Concello de Vilagarcía en enero del 2008, en tanto la empresa constructora no garantizase la seguridad de los habitantes del entorno.

Los vecinos presentaron dos denuncias por daños, en octubre del 2007 y en enero del año pasado, contra la empresa que ejecuta la obra, Fomento de Construcciones y Contratas. En realidad no lo hace directamente, porque el grupo subcontrató parte de la intervención a la firma arousana Excavaciones Expano, para la que trabajaba el operario fallecido.
Sobran los testimonios de gente alarmada por las detonaciones. Una mujer, Esperanza González, vio cómo una enorme roca impactaba en el patio de su casa una mañana, cuando ella misma lo estaba barriendo. La lluvia de piedras, con piezas de hasta cuarenta y cincuenta kilogramos, no solo afectaba a las viviendas próximas al trazado, sino incluso a la carretera general que asciende hacia la cumbre del monte Lobeira y a los vehículos que circulaban por ella.

0 0 votos
Valoración

La Voz de Galicia

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios