La Audiencia de Pontevedra ha confirmado la absolución dictada por el Juzgado de Instrucción de Caldas de un empresario del vidrio por las lesiones sufridas por un operario en un accidente laboral ocurrido en esta localidad en el 2004. La sentencia, que es firme, se pronuncia de igual modo sobre la empresa con la que estaba vinculado el trabajador y sobre la compañía de seguros.
La víctima se dedicaba al transporte del vidrio. De este modo, se considera probado que, el 15 de diciembre, la víctima sufrió una caída desde una altura de tres o cuatro metros al resbalar la mano con la que sujetaba el toldo del camión en el que llevaba mercancía.
Como consecuencia del accidente laboral, el trabajador «sufriu unhas lesións nas que tardou en curar 204 días, dos cales 60 foron impeditivos das súas tarefas habituais e 8 requiriron de hospitalización». Además, como secuela, el operario padece «unha fractura de columna vertebral, quedando esmagada a vértebra L2 en menos do 50% da altura vertebral de carácter entre moderado e importante».
La Audiencia sostiene que la caída se produjo a raíz de que resbalara la mano del operario, «sin que conste que para la tarea tuviera que valerse de un cinturón de seguridad». Además, incide en que, durante el juicio, «el denunciante manifestó que pidió la escalera», mientras que «por el representante legal de la empresa se dijo que disponía de escalera y lo mismo el testigo». En cualquier caso, la resolución del órgano judicial capitalino recoge que «la culpa penal debe probarse , de manera que se excluyen las presunciones o conjeturas más propias de la jurisdicción civil».
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