«Nos ven como si fuéramos conos», asegura Josué Farnós, trabajador de conservación de carreteras, vestido de pies a la cabeza de amarillo fluorescente. La ropa, del mismo tipo que la que vestía su compañero José Luis García el pasado jueves, cuando fue atropellado mortalmente por un camión en la autovía de la Plata, supone prácticamente la única medida de seguridad que protege a estos trabajadores, acostumbrados a ver pasar los vehículos y los tráilers a pocos centímetros de su cuerpo.
En Extremadura, el sector de conservación de carreteras emplea a unos 300 trabajadores, que realizan su labor en los nueve tramos en los que están subdivididas por el Ministerio de Fomento las vías nacionales y las autovías a su paso por la comunidad autónoma.
Cerca de un centenar de ellos se manifestaron ayer en Cáceres en homenaje a su compañero fallecido y para reclamar «más respeto a los conductores». «Si nos encuentran en la carretera es porque estamos haciendo nuestro trabajo, pero nos ven como si fuéramos conos», relataba ayer Farnós.
Pese a la visibilidad que le proporciona su atuendo, el colectivo de conservación de carreteras pasa inadvertido en la mayor parte de las ocasiones. UGT y Comisiones Obreras unieron ayer sus voces para salir en defensa de estos operarios.
«Hay que dar un tirón de orejas a los conductores, porque muchas veces no son conscientes de que detrás de las señales que colocan hay hombres; y otro tirón de orejas también a los medios de comunicación, por no reconocer la labor que desarrollan. Muchas veces, son los primeros en atender un accidente, antes que el 112 o la Guardia Civil», señalaba Antonio Flores, responsable de Salud Laboral de la Federación de Construcción de UGT.
El secretario de Organización de la Federación de Construcción de CC. OO., Jacinto Mellado, expuso una paradoja: «Estamos en una sociedad que habla mucho de la seguridad de las carreteras, pero que no se preocupa tanto de la seguridad de las personas que la hacen posible».
Estos trabajadores realizan tareas de vigilancia, «las 24 horas los siete días de la semana», de las carreteras a su cargo, se ocupan de la limpieza, de la señalización en caso de cortes o accidentes, de labores de bacheo, arreglo de señales… Una conservación integral.
Los dirigentes sindicales reclamaron ayer a las empresas concesionarias de conservación «que pongan todos los medios necesarios» para que estos trabajos se desarrollen en las mejores condiciones, laborales y también se seguridad, aun sabiendo que éstas tienen un alcance limitado porque se reducen al vestuario, conos y una furgoneta con rotativo.
También solicitaron UGT y Comisiones Obreras al Ministerio de Fomento que no retuerzan los contratos de concesión para ahorrar dinero.
El colectivo de trabajadores de conservación de carreteras protagonizó una marcha desde el Paseo de Cánovas de Cáceres hasta la sede de Demarcación de Carreteras, donde dieron lectura a un manifiesto. Portaban pancartas con la fotografía de José Luis García, «un gran compañero», una víctima distinta de la carretera.
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