Un joven saguntino murió ayer en el hospital La Fe al resultar gravemente herido en un incendio producido mientras manipulaba una mecha en la pirotécnica J. M. Blanco, ubicada en el término de Sagunto. Manuel R.F., que fue ingresado a las 14.30 horas, sufría quemaduras en el 93% de su cuerpo como consecuencia de la deflagración.
La pólvora volvió a cobrarse una nueva víctima mortal. En este caso, un trabajador de la pirotécnica J. M. Blanco Lozano, situada en el márgen izquierdo del río Palancia, dentro del municipio de Sagunto, murió como consecuencia de la deflagración producida mientras manipulaba una mecha para traca.
El operario, Manuel R. F., se encontraba dentro y tuvo que ser evacuado. Aunque sufría graves quemaduras en el 93% de su cuerpo, la víctima mantuvo la consciencia en todo momento e intentó tranquilizar a sus compañeros: “No os preocupéis, no pasa nada’, afirmaba mientras era atendido.
La rapidez de los cuerpos de seguridad y de los servicios de urgencia, a pesar de la inexistente señalización de los accesos a la empresa pirotécnica no pudieron evitar la muerte de Manuel R. F.
Un helicóptero de la Generalitat Valenciana lo trasladó rápidamente hasta el hospital La Fé de Valencia, dónde fue atendido de las graves contusiones y quemaduras en la unidad de Quemados, aunque falleció poco después.
Los Bomberos, Guardia Civil y Protección Civil de Sagunto centraron sus labores en intentar reanimar a Manuel R. F., de 38 años. Este operario tenía más de quince años de experiencia en el sector pirotécnico, por lo que nadie se esperaba lo sucedido. “Estaba terminando de enrollar la mecha seca de traca que quedaba, porque mañana empezaban las vacaciones’, explicó la mujer del propietario de la pirotécnia.
De hecho, Manuel estaba ultimando el trabajo para comenzar el periodo de descanso. Según fuentes del cuerpo de Bomberos, “una chispa incendió la mecha, que está bañada en pólvora, y se produjo una deflagración que hizo prender la caseta y al operario’.
Llamada del propietario
Los cuerpos de seguridad recibieron la llamada del propietario, que recibió un impacto en el hombro debido a la caída de las paredes del recinto en el que se produjo el accidente. En pocos minutos, tres vehículos del cuerpo de Bomberos de Sagunto estaban en el lugar de los hechos junto a la Guardia Civil y otros servicios especiales.
Sin embargo, “no había casi llamas que apagar, ya que, en estos almacenes además de la pólvora, no hay materiales inflamables. Nos dedicamos a atender al herido hasta que llegó el SAMU’ indican desde el colectivo de Bomberos.
Almacenes vacíos
Debido al cierre de la empresa por las vacaciones navideñas, los almacenes de pólvora se encontraban vacíos. Por ello, “ha sido una suerte que no hubiera nada en los almacenes, porque si no las víctimas hubieran sido tres, ya que habría explotado todo’, aseguraron fuentes de los servicios de Bomberos al referirse al propietario y a su mujer, que se encontraban fuera del edificio derrumbado.
Manuel R. F. vivía en Sagunto y se desplazaba todos los días para trabajar en la pirotécnia. Desde hacía quince años se dedicaba a la manipulación de la pólvora y productos derivados inflamables.
Sin embargo, precisamente por la gran experiencia que lo avalaba, nadie se preocupó de los últimos trabajos que Manuel realizaba en la caseta. “Se trabaja la mecha mojada y después se seca con ventiladores en una sala separada por un muro enrollarla en la noria y enfundespués para confeccionar las tracas’, argumenta la mujer del propietario.
“Mi marido escuchó el ruido que hace una mecha al encenderse y en seguida se produjo la llamarada, que provocó el derrumbe de la casa’, prosigue relatando la mujer.
Cerca de la puerta, en la sala de secado, se encontraba Manuel cuando se incendió la pequeña nave. “Este lugar estaba acondicionado para este tipo de accidentes, por eso han caído las paredes hacia afuera sin aplastar a nadie. Además, el techo es de uralita para que las llamas salgan hacia el exterior pero, a pesar de esto, no se ha salvado’, lamentó la copropietaria de la empresa saguntina.
En este sentido, los tecnicos de la Consellería de Innovación y Competitividad inspeccionaron el terrenos y corroboraron que las instalaciones cumplían con las normas de seguridad y había pasado la últiam inspección.
Todavía se desconocen las causas que provocaron la chispa incendiaria, ya que la víctima se encontraba sólo en el momento del accidente, aunque la policía científica continua las labores de investigación para comprobar cómo ocurrieron realmente los hechos.
De todas formas, desde el cuerpo de Bomberos explican que, “con un sólo roce de una piedra en el suelo se producen chispas. A partir de ahí, cualquier cosa es posible’.
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