Primero, asfixiados por el humo. Después, carbonizados. Así murieron en la madrugada de ayer 19 enfermos mentales ingresados en un centro psiquiátrico de Murgi, provincia de Salerno, en el sur de Italia. Nueve fueron salvados por tres heroicas enfermeras. Pocas quizá, pero bien organizadas para suplir las carencias del manicomio. Hubo un cortocircuito causado por las estufas, encendidas para hacer frente al temporal de nieve. Sin embargo, los radiadores no fueron el germen de la tragedia sino el detonante.
Nadie sabe exactamente qué ocurrió en los tres módulos prefabricado que donó el Gobierno francés tras el terremoto de 1980. El seísmo provocó 3.000 muertos y dejó sin casa a 300.000 personas. Los módulos eran altamente inflamables, pero en aquel momento, frente a pueblos literalmente borrados del mapa, nadie reparó en ello. Quizá aquellas estructuras tampoco debían de haber durado tanto tiempo. En 21 años hasta la tecnología de emergencia ha progresado. “Estos son materiales que ya no se utilizan”, dijo Franco Cardiello, de Alianza Nacional.
LLAMAS REPENTINAS Un conductor que viajaba por una carretera cercana al centro lanzó la alarma. El retén de bomberos, a 50 kilómetros, empleó su tiempo para localizar el lugar de la llamada. Ni el automovilista sabía exactamente dónde se encontraba. Lo único cierto eran las llamas, que salían de unos edificios situados entre las poblaciones de Buccico y San Gregorio Magno.
“De repente aparecieron las llamas. No sé cómo sucedió”, relató una de las tres enfermeras, que ha preferido conservar el anonimato. Antes de dar la alarma, pensaron en sacar a los enfermos. Personas de 30 a 60 años que no caminaban, no se sostenían, invidentes, sordomudos…
“El humo era denso y yo les empujaba para que salieran corriendo”, explicó entre sollozos otra enfermera. Así salvaron a nueve pacientes. Gerardo Strollo, de 41 años, está vivo porque el viernes obtuvo un permiso para pasar el fin de semana con la familia. “Cuando hay tormentas de nieve los teléfonos fijos a veces dejan de funcionar y la zona carece de cobertura para los móviles”, dijo la tercera enfermera.
“La tragedia podría haber sido evitada. ¡Basta ya de zonas sin cobertura telefónica!”, denunció Fulvio Martuscello, consejero autonómico de Forza Italia, partido de la mayoría de Gobierno. “El centro funcionaba. Con apaños, pero funcionaba. La comida era buena; las enfermeras, amables y mi sobrino estaba bien atendido”, explica Pietro C., que visitaba una vez por semana a su sobrino. Su cuerpo ha sido hallado en la cama en que dormía.
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