Un juzgado Penal de Barcelona ha condenado a un empresario por dirigirse a su empleada con un «lenguaje grosero de signo sexual», hacerle proposiciones deshonestas y darle cachetes, aprovechando la estrechez del lugar de trabajo, una parada del mercado Gornal de lHospitalet.
El juez ha impuesto al comerciante una multa total de 375.000 pesetas, por un delito de acoso sexual (por dirigirse a la trabajadora con lenguaje obsceno y hacerle proposiciones deshonestas), otro continuado de abuso sexual (por los roces y tocamientos) y por una falta de lesiones, según Efe.
El condenado, Cayetano A.R., también deberá indemnizar a la víctima con 268.000 pesetas, 18.000 por las lesiones que sufrió y 250.000 por los daños morales.
El acosador es el dueño de una parada del mercado Gornal de lHospitalet, mientras que la víctima es una empleada que tuvo bajo sus órdenes.La sentencia constata que entre mayo y julio de 2000, el comerciante «realizó reiteradas proposiciones sexuales» a la mujer, con la que empleaba un «lenguaje grosero de signo sexual».
El juez declara probado que, de forma ocasional, y aprovechando la estrechez del local, el condenado realizó tocamientos a la víctima y la golpeó en las piernas.
A consecuencia de todo ello, la joven tuvo que pedir la baja laboral por una depresión atribuible al hostil y humillante ambiente en que debía desarrollar su trabajo.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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