Un constructor y el arquitecto técnico de la obra en la que murió un trabajador en 2009 mientras encofraba sin ninguna medida de seguridad, han sido condenados a año y medio de prisión.
En la sentencia la jueza considera que los dos acusados cometieron dos delitos; uno contra los derechos de los trabajadores por no facilitar a los empleados las medidas de seguridad e higiene adecuadas, con puesta en grave peligro de su vida, salud o integridad física, y con infracción de las normas de prevención a las que están legalmente obligados. El segundo delito es el delito de homicidio imprudente.
Ambos, según la sentencia, quedan inhabilitados para ejercer su actividad profesional durante el tiempo de la condena y de forma conjunta y solidaria, harán frente a la responsabilidad civil que supondrá el pago de un total de 144.151 euros a la familia del fallecido.
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