Cuatro muertos, tres heridos graves y al menos 10 con shock emocional fue el resultado de una explosión registrada ayer en la planta Explonor S.A., ubicada al oriente de la localidad de Alto Hospicio, en la Primera Región.
El accidente se registró a las 16.20 horas, en la sección de preparación de explosivos de la fábrica, en el área norte de la planta. Aparentemente, el recalentamiento del iniciador de una de las máquinas habría generado una explosión en cadena.
Al interior de la sección, que no era más que un contenedor habilitado para esos efectos, trabajaban seis funcionarios. El séptimo de los accidentados sólo habría estado en el sitio por casualidad.
Tras la explosión se generó un incendio y fueron los equipos de seguridad de la propia empresa los que controlaron las llamas e intentaron rescatar a los lesionados por un forado que se originó debido al impacto en uno de los costados del contenedor.
Los trabajadores que murieron fueron identificados como Francisco Manquihuán, de 30 años; Guillermo Díaz, de 42, y Eduardo Cortés, de 34. La cuarta víctima, Rodrigo Irribarren, dejó de existir en la Posta de Urgencia del Hospital de Iquique, mientras recibía atención médica. Tanto Cortés como Irribarren habían formado parte del Club de Deportes Iquique.
De acuerdo al jefe de seguridad de la empresa, Gilberto Rodríguez, “nunca había ocurrido un accidente dentro de la planta, ya que se toman todas las medidas de seguridad. Se está haciendo una investigación para determinar las causas del hecho”.
Origen del estallido
Rodríguez señaló que, aparentemente, la tragedia se habría originado por el recalentamiento de un iniciador. El aparato se utiliza habitualmente en la preparación de los explosivos tipo Fanel para la minería y, en su interior, tiene un material altamente sensible.
El ejecutivo no entregó antecedentes respecto del tipo de explosivos que se fabrican, ya que aseguró que no manejaba detalles técnicos. “Aquí se trabaja sólo con explosivos para la minería y nada más”, señaló el jefe de seguridad.
La planta es de propiedad de un consorcio chileno-peruano y funciona en un terreno de la empresa Metalnor S.A., de propiedad del empresario Carlos Cardoen, y donde en febrero de 1986 se produjo un accidente similar y que le costó la vida a 29 operarios.
En el lugar trabajó personal del Grupo de Operaciones Especiales (Gope) de Carabineros, la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones, al menos tres fiscales del Ministerio Público y el fiscal regional, Claudio Roe. El intendente de Tarapacá, Patricio Zapata, manifestó que “debemos dar tranquilidad a la comunidad para que esto pueda clarificarse. Recordemos que corresponde al Ejército la inspección y la supervisión de estas empresas”.
Tres de los heridos presentan compromiso vital. Se trata de Raúl Mora, Juan Opazo y Pablo Solorzano. Este último tiene el 90% de su cuerpo quemado. Además, en la Unidad de Tratamientos Intensivos (UTI) del Hospital de Iquique está Herman Valenzuela con severas mutilaciones.
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