La Cruz Roja de Cataluña está negociando con Educación impartir charlas y cursos de primeros auxilios a alumnos y personal de los centros educativos el curso que viene. En Primaria se darían charlas orientativas, mientras que los cursos se impartirían a los alumnos de Secundaria y al personal docente y no docente. Los seminarios formarían parte del curriculum de los estudiantes y se impartirían en horario lectivo.
Las charlas pretenden que los niños se familiaricen con algunos pequeños accidentes que puedan sufrir ellos y sus compañeros. En cambio, los cursos contarían con una parte interactiva, así como talleres y clases presenciales. Cruz Roja negocia un convenio de colaboración con la Generalitat para que estudie el presupuesto necesario para impartir estos cursos. Mientras, el año que viene se prevé realizar experiencias piloto en algunos centros antes de implantarlos en toda Cataluña. Según informó ayer el director de Cruz Roja en Cataluña, Joan Badia, el proyecto «ha sido bien recibido por la Generalitat», aunque se trata de un proceso muy complejo.
Joan Badia presentó la Memoria de la entidad de 2004, año en que atendió a 167.743 personas, 20.000 más que el año anterior, para lo que contó con un presupuesto de 36 millones de euros, un 9,4 por ciento más que en 2003. Cruz Roja cuenta con 150.000 socios y 17.000 voluntarios en Cataluña.
Según la coordinadora de la entidad, Imma Playà, un sector de la población que también necesita su atención son las personas mayores, a las que ayudan a través de los servicios de teleasistencia y de los voluntarios. Un total de 43.212 ancianos se han beneficiado de estos servicios. El colectivo será también el principal destinatario del programa de atención a los afectados por la ola de calor, que se llevará a cabo en coordinación con el Departamento de Salud de la Generalitat.
La entidad es consciente también de que cada vez es mayor el número de immigrantes que conforman la población española, y por esta razón desea que éstos se integren cuanto antes. Así, la organización, a través de sus programas operativos de formación profesional para immigrantes, intenta que puedan incorporarse al mundo laboral. Para ello, imparten cursos de castellano y catalán en caso de que los desconozcan. Además se ofrecen talleres de habilidades y sobre el conocimiento del entorno. En 2004, Cruz Roja atendió a 11.400 inmigrantes.
En cuanto a la asistencia a toxicómanos, Cruz Roja asistió a 4.900 personas el año pasado. En este campo, Joan Badia indicó que es necesario añadir dos narcosalas a las dos que ya existen en el barcelonés de Ciutat Vella, con el fin de atender a los drogodependientes que llegan en situación muy precaria.
También, 5.318 personas con minusvalías físicas o psíquicas se beneficiaron de los servicios de Cruz Roja.
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