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El Tercer Plan de Actuación para una Europa Sin Tabaco, que afecta a todos países de la Unión, establece que, de cara al 2002, se habrán eliminado los humos del cigarrillo en todos los centros de trabajo. En el caso de Castilla–La Mancha, con el proceso de traspaso de las competencias sanitarias y la inminente aprobación de la Ley de Drogodependencias, está por determinar qué administración se encargará de dar cumplimiento a esta recomendación. De todas formas, con la normativa actual, cualquier no fumador puede exigir que se deje de fumar en su empresa. Desde 1998, la Delegación de Sanidad está aplicando un programa de deshabituación tabáquica, que, por el momento, está logrando un 84% de éxito en el primer mes.

Según lo datos facilitados por la Delegación Provincial de Sanidad, una persona que permanezca cinco horas al día en una habitación de 30 metros cuadrados, en la que se fumen dos cigarrillos cada hora, y en la que se renueve el aire una vez cada sesenta minutos, inhala el equivalente a un cigarrillo. Asimismo, la dosis media de nicotina que recibe una persona cuando se consume un cigarrillo a su lado es de un 0,5% a un 2% de la que inhala el fumador. A las cuatro horas, los fumadores pasivos pueden llegar a consumir en su lugar de trabajo el equivalente a diez cigarrillos light. Los hijos de fumadores inhalan al año una media de 30 a 80 cigarrillos.

Debido a la nociva influencia que tiene el humo -basta con decir que el tabaquismo pasivo es una de las causas de cáncer de pulmón-, en la actualidad existen normas para que los no fumadores hagan prevalecer sus derechos. Así, cualquier persona puede exigir que se prohíba fumar en su lugar de trabajo, al tiempo que la empresa tendrá la obligación de habilitar un lugar específico para los adictos al tabaco.

Incógnitas

De todas formas, cabe señalar que, según el Tercer Plan para una Europa Sin Tabaco, que afecta a todos los países de la Unión, a partir de enero del 2002, todas las empresas deberían prohibir el humo en sus dependencias. Por el momento, no se puede determinar si en Castilla–La Mancha se va a aplicar paulatinamente o de inmediato, así como se desconoce si la prohibición la va a hacer efectiva la Consejería de Sanidad o la Administración Central.

Como el objetivo último de la Delegación Provincial de Sanidad es que, sin imposiciones, el tabaco acabe por desaparecer, en 1998 puso en marcha un programa dirigido a profesionales ejemplarizantes. Así, Sanidad abrió una Unidad de Antitabaquismo que, hasta febrero de este año, había atendido a 343 personas que trabajan de cara al público, es decir, sanitarios, funcionarios y educadores. Estos voluntarios no sólo tenían que acabar con su adicción, sino que tendrían que aplicar lo aprendido en la escuela, en sus consultas y en los centros de trabajo.

La proporción media de abstinencia obtenida con el nuevo método de Sanidad es del 84% en el primer mes; del 71% a los dos meses; del 44% a los seis meses y del 39% al año. Se trata de un programa de tratamiento multicomponente que se centra en la terapia de grupo, el aumento de la motivación, la modificación de conductas, la sustitución de la nicotina por parches y chicles y la prevención de recaídas. Cada uno de los grupos asiste a cuatro o seis sesiones de una hora durante todo el tratamiento. El responsable de la Unidad de Antitabaquismo, Fernando Jiménez, explicó a este diario que la clave para dejar de fumar está, frente a cualquier tratamiento, en el convencimiento de querer dejarlo y en la voluntad. Pero si esta última falla, el tratamiento farmacológico que incluye el curso es «muy efectivo».

El grupo acude a la tercera reunión del tratamiento sin fumar y, para evitar engaños, Jiménez comprueba con el coxímetro –aparato que mide la concentración de CO en el aire espirado– que el voluntario ha cumplido con su compromiso.

A los seis meses del inicio del programa, época de las recaídas, se llevan a cabo los contactos personales. Según un estudio elaborado por la Unidad de Antitabaquismo, los síntomas propios del síndrome de abstinencia son el deseo de fumar, la sensación de hambre, irritabilidad, nerviosismo, estreñimiento y disminución de la frecuencia cardiaca por minuto.

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La Verdad

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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