Luego de diversas complicaciones de salud que debió soportar durante los últimos siete meses, el domingo último dejó de existir R. del C. P. P., de 67 años, quien sufriera un complejo accidente laboral al caer de cabeza desde tres metros de altura mientras prestaba servicios como maestro carpintero para una empresa local en las obras de construcción de una sede vecinal en la villa Aves Australes.
Con profundo dolor y sentimientos encontrados por los múltiples desafíos que deberán enfrentar a partir de ahora, la esposa del malogrado carpintero, X. M V. y su hijo G., dieron el último adiós a quien siempre será recordado como un padre responsable, esposo ejemplar y buen amigo, luego de velar sus restos mortales en la iglesia de Cristo Obrero, en el barrio Arturo Prat.
Con sólo 20 años de edad y sabiendo que deberá ser el pilar principal de su madre, G. relató que su padre “ya no comía nada, sólo ingería sus pastillas, agua, y su soporte era su inhalador”, lamentando que pese a ser un hombre dedicado a la construcción durante toda su vida “llegó a pesar tan sólo 50 kilos; se fue muy débil y delgado”.
El joven trabajador de la construcción recuerda con dolor que “estábamos viendo partidos de fútbol el domingo cuando tuvo un ataque de tos por las flemas que tenía y no pudo recuperarse. Llamé al Samu pero ya no pudieron hacer nada cuando llegaron”, situando estos hechos a siete meses del accidente laboral que lo mantuvo al borde de la muerte en la Uci del Hospital Clínico y del que finalmente nunca pudo recuperarse.
Por su parte, X. explicó que “ya lo veíamos tan mal que comenzamos a darle medicina natural y ahí recuperó el apetito y mejoró un poco, pero no puedo entender cómo en el hospital lo tuvieron a puras pastillas y antibióticos todos estos meses. Eso fue lo que terminó de debilitarlo y lo empeoró”.
Madre e hijo señalaron que en estos momentos de dolor no tienen aún claro cuáles serán los pasos a seguir, ya que en materia legal deberán ver qué opciones tienen como familiares de un trabajador que sufrió un accidente estando en faena y que desde hace meses sólo les dieron “largas” con el papeleo.
Finalmente los familiares de R. del C. P. P., agradecieron de sobremanera todo el apoyo recibido de sus empleadores y compañeros de trabajo que se han mantenido en contacto y apoyándolos constantemente, además de los amigos y conocidos del difunto trabajador que han recogido el sufrimiento con su presencia y palabras de aliento constantes. Además recordaron el apoyo que recibieron de parte de ligas deportivas.
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