La crisis de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) o enfermedad de las “vacas locas” ha tenido un impacto negativo en el desarrollo de la industria del cuero y de la marroquinería, según un informe interno de la Comisión Europea.
“Los representantes de la industria del cuero consideran que la crisis de la filial bovina ha provocado a la industria del cuero problemas de aprovisionamiento de pieles y cueros de origen europeo”, asegura el informe.
Las medidas establecidas a nivel comunitario para recuperar la confianza de los consumidores tras la crisis de las vacas locas y el sacrificio masivo de animales por la propagación de la fiebre aftosa han demostrado que “la industria del cuero es muy dependiente de la oferta de pieles y cueros brutos”.
Bruselas ha detectado un descenso en la producción de carne de bovino debido a la bajada cíclica de la producción después de alcanzar su cuota máxima en 1996 y al impacto de las medidas de urgencia establecidas por la Comisión Europea en respuesta a la crisis de las “vacas locas”.
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