No debemos esperar otro 11 de setiembre para cambiar de actitud respecto a la seguridad química”. Con esta clara alusión al riesgo de un atentado terrorista a la industria química el alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal, exigió ayer a la Asociación de Empresas Químicas de Tarragona (AEQT) que todas y cada una de las plantas químicas del municipio pasen anualmente una auditoría de seguridad realizada por una empresa independiente. Nadal confió en que todas las empresas encarguen un certificado de seguridad voluntariamente, pero en caso contrario el Ayuntamiento ejercerá su capacidad de inspección. El Consistorio considera que tiene los instrumentos para conseguir estos objetivos sin modificar su normativa.
Nadal hizo su propuesta horas antes de emprender viaje hacia Toulouse, donde junto a los portavoces de todos los grupos municipales se entrevistarán hoy con los responsables de protección civil y visitarán la zona afectada por la explosión de la planta AZF, que explotó el pasado 21 de setiembre. El objetivo es analizar los efectos y las medidas tomadas después del siniestro que costó la vida a 29 personas y produjo perdidas materiales multimillonarias en la ciudad, donde 6.000 viviendas han quedado inutilizables. Por ello el Ayuntamiento plantea la propuesta de una auditoría de seguridad desde el convencimiento de que el accidente de Toulouse no se puede dar en Tarragona.
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